El adiós para Maribel, otra víctima de feminicidio en el Edomex

Redacción

  · martes 21 de noviembre de 2017

Foto: José Trevilla

TENANCINGO, Méx. (OEM-Informex).- Los mensajes de despedida concortas frases para Maribel lucen en su altar. Sus amigos ycompañeros los colocaron sobre un mural instalado a un costado desu caja. También sus fotografías en las que se mirabasonriente.

—Así era siempre, llena de vida, —dice con palabrasentrecortadas uno de sus tíos. Luego evaden ahondar sobre loocurrido.

Su padre apenas sostiene las palabras para pedir que laentrevista se haga después. Aún falta el golpe final.

-¡Vamos por el último golpe! -dice el hombre de formametafórica, para referirse a la sepultura de su hija, desapareciday asesinada en Tenango del Valle el pasado 16 de noviembre.

Hay inquietud y necesidad por contar la historia de Maribel,para que las autoridades no se olviden del caso, pero el dolor losconsume y prefieren postergar el dar alguna versión a losmedios.

“Gracias por interesarse y estar aquí pero por ahora nopuedo”, sugiere el padre de Maribel. El Sol de Toluca es elúnico medio que los ha buscado.

DSC_1034.JPG Maribel González Bernal,de 18 años de edad, era la mayor de las hijas, oriunda delpequeño poblado de San Martín Coapaxtongo, municipio deTenancingo, desde donde salía cada mañana hasta la parada ubicadaa pie de carretera para trasladarse a Toluca. Este ciclo escolarhabía iniciado el primer semestre en la licenciatura enEnfermería en la Universidad Autónoma del Estado de México(UAEM).

—Apenas había iniciado la carrera, era el primer semestre,—precisa su tío. Pero ese sueño se le apagó a la joven.

La búsqueda por Maribel se inició desde el pasado jueves 16 denoviembre en los cerros, caminos en terracería y los pueblosaledaños a San Martín, pero fue hasta el domingo 19 que laencontraron, pero ya sin vida. Fue localizada a unos 200 metros dela carretera en un paraje en el municipio vecino de Tenango delValle.

“Montamos una búsqueda entre la gente del pueblo y lapolicía de Tenango y Tenancingo hasta que la encontramos”,revela su padre.

Esa búsqueda se hizo día y noche desde que ya no se supo dela estudiante. La llamada de las 14:00 horas que su padre lehacía a diario como protocolo de seguridad nunca entró. Fue quecomenzaron las sospechas de que algo andaba mal y la angustiacreció.

Cuatro días duró la búsqueda de la estudiante de 18 años,quien se convirtió en un caso similar al de Karina y Jessica, laprimera de Ixtlahuaca buscada durante 17 días y la otra deOtzolotepec.

— ¿Han recibido alguna llamada del fiscal? —surge comopregunta obliga en la corta entrevista.

—No, nadie nos ha hablado, espero hablar con el fiscal,—reprocha el papá de Maribel. Lo dice frustrado porque sabe quemientras en la capital del estado la Fiscalía ha dado unaconferencia de prensa sobre los avances en las indagatorias delhomicidio del ejecutivo de una televisora, el asesinato de su hijano ha sido tema en las declaraciones.

En el domicilio de la familia González Bernal, una pequeñacapilla con globos, margaritas, rosas y veladoras a medio consumir,adornan el ambiente y el altar.

Una figura de la Virgen de Guadalupe permanece frente a la caja,rodeada por las flores y fotos.

También globos rosas, por la corta edad a la que fallecióMaribel. Colgados como si fuera su fiesta de cumpleaños.

En la parte frontal de su casa se instaló su altar con elcuerpo presente, sobre cimientos de una habitación derrumbada porel sismo y las sillas se instalaron en la calle.

Dos fotos al fondo rodeadas de una imagen de la Virgen y unacruz en medio de todo.

Sobre el piso tapizado de aserrín una cruz con pétalos de flory en la pared de acceso a la casa, el mural que las amigas ycompañeros le decoraron. La sonrisa en Maribel siempre resalta. Lajoven era feliz.

Sobre el mural, en letras grandes se puso: “Descansa en PazMaribel”.

Otras frases le decían: “Siempre te recordaremos Maribel”,“Siempre en nuestros corazones”, decorados en corazones negrospor el luto.

La iglesia de San Martín repicó las campanas al mediodía, suféretro arribó hasta la pequeña iglesia en silencio, sinmúsica, su padre y su madre a su lado siempre.

Fue hasta las 15:00 horas que el cuerpo se trasladó hasta elpanteón, ya con la compañía de sus compañeros de escuela quellegaron desde Toluca. La caravana superó las 500 personas. Todoscon rosas y margaritas entre las manos. El último golpe eradespedirse de ella, dijo su padre.

En San Martín todos sus pobladores supieron del caso, inclusose unieron a la búsqueda y efectuaron un bloqueo en la carreterapor iniciativa propia.

El homicidio de Maribel caló en el pueblo, pero aún másporque se saben ignorados por las autoridades. No hay testigos, niposibles responsables. Pero sólo por hoy aguardarán, mañana sufamilia guardará el luto y exigirá justicia. La historia serepite, la inseguridad también.(S)

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