Grietas en calles de la CDMX, por falta de agua en suelo: Darío Rivera Vargas

Redacción

  · lunes 19 de febrero de 2018

Foto: Mauricio Huízar

A la par de la reconstrucción de edificios y callesse deberá dar una recarga de agua a los mantos acuíferos que seencuentran en el suelo de la Ciudad de México, porque si no,seguirán surgiendo nuevas grietas como las que se observan en lasdelegaciones del sur de la capital, advirtió Darío Rivera Vargas,presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica.

El tambiéninvestigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)explicó que el surgimiento de las grietas en el suelo nonecesariamente es una situación que nació con el sismo del pasado19 de septiembre, sino que es un problema viejo que se origina conla falta de agua en los mantos acuíferos de la capital del país,por lo que su relleno o reparación “no es la solución defondo”, ya que se deben tomar medidas para recargar del vitallíquido los mantos acuíferos.

En entrevista con El Sol de Méxicodestacó que antes de realizarnuevas modificaciones al reglamento de construcción lo que debehacerse es mejorar la vigilancia por parte de autoridades hacia losconstructores de nuevasedificaciones para que no haya más corrupción y se lleven a cabolas obras conforme a las normas.

Explicó que después de la tragedia que vivió lacapital del país durante los sismos de 1985, las autoridadessolicitaron investigaciones para mejorar su sistema deconstrucción y fue en 1987 cuando se dieron nuevas reglas. Sinembargo, los estudios no acaban aquí, ya que en 2004 aparecieronotras especificaciones que, a su parecer, ayudaron a que no secayeran más casas con el temblor de septiembre.

Antecedentes

“Estas grietasno necesariamente son efecto de los sismos. Hay que comentar que laCiudad de México sufre de un problema que se llama de subsidencia,es decir, de un fenómeno de hundimiento regional que se va dandocon el paso del tiempo, en razón de que las capas del suelo de laCiudad de México están asentadas sobre lo que fue el lago de lagran Tenochtitlán”, explicó.

Detalló que“al tener ese gran lago, esa agua que se está succionando paratambién utilizarla, eso va haciendo que las capas se vayandebilitando y que con el paso del tiempo van teniendo hundimientosregionales diferenciales; es decir, no es un hundimientouniforme”.

Este fenómeno ya lo había predicho por ahí de losaños 50 Nabor Carrillo, especialista en mecánica de suelos, quienintrodujo en México la teoría de la consolidación de los suelos,con la que predijo a través de estudios científicos la ciudad ibaa tener este tipo de problemas a futuro, porque al ser succionadoel vital líquido de los mantos acuíferos, las capas del suelo seiban a ir debilitando con la posterior manifestación deagrietamientos en la superficie. Rivera Vargas indicó que ya hemostenido manifestaciones de este fenómeno con la aparición desocavones, como el de Humboldt (a principios de enero de este año)o “cuando el lago de Chapultepec de un momento a otro tuvo unhundimiento, se perdió esa agua. Y esos son presagios de lo quepuede ocurrir además de las grietas de este fenómeno que lellamamos de subsidencia o hundimiento regional”. EXPLOTACIÓN DEPOZOS

Recientemente el gobierno capitalino anunció que seabrirá un nuevo pozo en Iztapalapa por lo que se preguntó alespecialista si la extracción de agua no afectaría aún más lazona y refirió que “no puede ser contraproducente siempre ycuando se haga un uso razonado, un uso controlado”.

Reparación

Se le preguntósi para reparar las grietas se debe hacer un trabajo de manerauniforme o pormenorizada a lo que respondió: “Hay que ver cuáles el problema de fondo, porque si no, nada más sería un remedio,hay que evitar que se siga dando el hundimiento regional y algo delo que se ha dicho, se ha comentado por muchos especialistas es deque hay que inyectar agua a los mantos acuíferos para estabilizarlas capas del suelo. Porque sí, a la mejor se pueden reparar lasgrietas de manera local, de manera preliminar, pero si elmovimiento se va a seguir presentando va a ser un remedio de cortoplazo”.

Además, dijo, las autoridades deben hacer estudiospormenorizados de los lugares y de las grietas para determinar supeligrosidad, con el fin de no afectar a la población que seencuentra en la zona.

El investigador de la UNAM, que también trabajó enel Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred),manifestó que hay que recargar los mantos acuíferos pordiferentes medios, por lo que los mismos gobiernos han impulsado elestablecimiento de lugares con áreas verdes, la creación de pozospara inyectarles agua tratada, y obviamente también el ahorro ensu consumo, que las instituciones utilicen un 50% del vitallíquido y el resto sea tratado. “Creo que es un proyectointegral, pero sí la solución directa es recargar los mantosacuíferos porque nos estamos acabando la naturaleza”.