Las manecillas del reloj marcaban las 22:13 horas de la noche; cuando una familia llega a casa luego de una intensa jornada laboral. Es la zona oriente de la capital potosina en la calle Portugal en la colonia Ricardo B. Anaya.
Sin prisas y con tranquilidad, la pareja se dispone a descender de su vehículo Nissan Sentra que han adquirido con tanto esfuerzo. La señora baja con una bebé en brazos.
Segundos antes un vehículo compacto circula por la calle aledaña; se trata de los maleantes que ven en la familia a sus víctimas.
En instantes se estacionan e irrumpen, pistola en mano, en el lugar para solicitarle al padre de familia las llaves del vehículo.
Atemorizada, la señora con su bebé en brazos se queda inmóvil, aterrada e incrédula de lo que ocurría.
Los delincuentes no sólo se llevan la unidad, también la pañalera del bebé. Los criminales se llevaron la paz de la familia. Los despojaron de algo más que un auto. Les quitaron su tranquilidad y lo único que les dejaron fue rabia, impotencia y coraje.
Una historia más de inseguridad de las muchas que diariamente se registran en San Luis Potosí.