Las manecillas del reloj marcaban las 8 de la noche con cincuenta y tres minutos cuando la paz y tranquilidad de la colonia Tepeyac, al sur de la capital potosina, se interrumpió por el sonido de múltiples detonaciones de arma de fuego.
Cuatro sujetos habían sido ejecutados por sicarios en un domicilio de la calle Circuito Virreina en esa colonia que se localiza a unos metros de la Calzada de Guadalupe y las instalaciones de la Feria Nacional Potosina (Fenapo).
Algunas versiones señalan que los ejecutores llegaron en dos vehículos, descendieron de las unidades e irrumpieron en esa vivienda que se tiño de sangre. Otros advierten que habían llegado en un solo vehículo.
Tras completar su misión, los criminales se fueron. Otra vez el silencio reinó. Nadie salió, nadie vio nada, el miedo y el temor se apoderaron de los vecinos de la colonia Tepeyac.
Minutos después, mediante llamada anónima al 911, se reportaron las detonaciones de arma de fuego.
Ya pasadas las 9 de la noche arribaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del ayuntamiento de San Luis Potosí con sus nuevas patrullas rotuladas con la leyenda "PoliSia" como primer respondiente.
Los agentes descendieron ubicaron el sitio de las detonaciones y visualizaron el portón abierto. La imagen en el interior era dantesca, tirados los cuerpos de los cuatro ejecutados en medio de un gran charco de sangre. Las lesiones producidas por los impactos de las armas de fuego se podían observar a simple vista.
Fueron valorados pero ya no presentaban signos vitales. Las ráfagas de plomo les quitaron la vida de manera casi instantánea.
La unidad de la Policía de Investigación y personal de Servicios Periciales acudieron al sitio para iniciar las indagatorias del caso y los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al Servicio Médico Legista.
Así se vivió la noche de terror en la zona sur de la capital de San Luis Potosí