¡Mátenlo, mátenlo! gritaba la turba enardecida que pedía a gritos la vida de un delincuente que intentó meterse a robar en una vivienda del fraccionamiento Olinda. El infortunado ladrón fue amarrado a un poste y apaleado hasta dejarlo ensangrentado de la cara y cuerpo.
Y es que los habitantes del fraccionamiento Olinda, cansados de los robos domiciliarios, se organizaron para cazar al granuja que los estaba despojando de sus pertenencias. Establecieron un grupo de WhatsApp, dispusieron de vigilantes de casa y esperaron a que el criminal volviera a aparecer.
El criminal no tardó en hacerse presente. El sujeto comenzó a rondar una vivienda creyendo que nadie lo veía. Que su inteligencia era superior, ¡pero cuán equivocado estaba!
Intentó abrir un portón, ante la mirada atónita de los vecinos que no creían en el desafío e imprudencia del maladrín. Máxime que justo en esa casa tenían cámaras de seguridad donde estaban grabando su proceder.
Ya con la evidencia suficiente, dieron la voz de alerta y más de 30 vecinos salieron a rodear al delincuente, armados con palos, machetes y piedras.
El resto fue una salvaje golpiza y reclamos de sus mañas para obtener "dinero fácil". Lo masacraron. Lo golpearon hasta el cansancio en la espalda, estómago y costados.. Le pegaron en las piernas y brazos. En el rostro.
El delincuentes que minutos antes intentó enfrentar a la turba, lleno de soberbia, maldad y ambición, no tuvo otra que pedir piedad y misericordia.
Ya sin poder ponerse de pie, los vecinos lo levantaron y amarraron a un poste, mientras la patrulla llegaba para llevárselo, aunque por las heridas internas, no pudo ser ingresado a la cárcel, tuvo que ser hospitalizado.
El fraccionamiento Olinda, que se localiza por la comunidad de Jassos, ya no es territorio para delincuentes porque sus vecinos han establecido su propia vigilancia y sus propias medidas de seguridad.