Eran las 12:15 del día, Juan Carlos N. transitaba tranquilamente por el bulevar del Río Santiago, cuando de repente sintió un fuerte golpe en la parte posterior de su vehículo. Se trataba de un Nissan Altima color gris con placas de la Ciudad de México. Los enojados tripulantes de la unidad le pedían que se detuviera.
"Tuve un mal presentimiento, porque en ningún momento enfrené o viré bruscamente como para tener la culpa". Y Juan Carlos N. hizo bien pues se trataba de un intento de extorsión o secuestro exprés.
Los maleantes comenzaron a seguirlo y le decían con insistencia que se detuviera.
"Decidí parar en una gasolinera sobre el trazo del Río Santiago, busqué un lugar público para evitar cualquier situación desagradable".
Sin importar el lugar, los delincuentes llegaron, descendieron de la unidad y con una cacha golpearon en el rostro a Juan Carlos N.
"Como si yo les hubiera pegado, llegaron a reclamarme del choque, me golpearon y me pidieron 80,000 pesos o me mataban".
Después llegó otro auto, un Aveo negro también con placas de la Ciudad de México con otros cómplices.
"Me ordenaban que me subiera a la unidad".
Dice la sabiduría popular que cuando te toca aunque te quites y cuando no, ni aunque te pongas. Por fortuna llegó una unidad de la Policía Metropolitana y de la Policía Vial para rescatarlo.
"Vieron el zafarrancho y se detuvieron a ver qué sucedía, eso me salvó la vida, porque ya me querían trepar al Aveo, no la hubiera contado".
Por la presencia policial, los delincuentes huyeron dejando a Juan Carlos con tres dientes rotos y con una herida en la cabeza. De paso le robaron su cartera.
"Quise compartir lo que me sucedió para que sepan qué hacer y cómo actuar en caso de que les ocurra algo similar, si los chocan vayan a un lugar seguro y no se bajen hasta que llegue la policía".
Hasta el momento se contabilizan tres casos similares, a una ama de casa que iba al colegio por su hijo, la chocaron y la mantuvieron incomunicada hasta que su esposo les entregó 20,000 pesos. También ocurrió en el bulevar del Río Santiago a la altura del centro comercial El Dorado