Miles de ciudadanos se manifestaron hoy en las calles de Hong Kong para protestar por la ley de seguridad nacional que planea aplicar el gobierno de Pekín y que restaría libertades a los ciudadanos de la antigua colonia británica.
La policía de la ciudad lanzó gases lacrimógenos y usó cañones de agua para disolver a los manifestantes que se habían concentrado en el céntrico distrito comercial de Causeway Bay, informa el diario China South Morning Post.
Los convocantes denuncian que la legislación propuesta por el Gobierno representa una amenaza a las libertades civiles y significa el fin del principio de "un país, dos sistemas", además de atentar contra la autonomía que mantiene la ciudad de Hong Kong.
Esta legislación prohibirá "cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión" contra el Gobierno central, además del "robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras".
La denominada ley de seguridad nacional se debate actualmente en la Asamblea Nacional Popular china (ANP) y será aprobada antes de su conclusión el próximo jueves.
Los manifestantes extendieron sus protestas a lo largo de varias de las principales arterias de la excolonia y bloquearon algunas de ellas con vallas y otros materiales.
Según el diario, la policía había advertido a los convocados que actuaría si no se disolvían las protestas, algo que no se produjo por lo que comenzaron las cargas.
Al menos cuatro personas fueron detenidas durante los enfrentamientos, todas ellas iban vestidas de negro. También se produjeron numerosos registros mientras los manifestantes cantaban lemas como “Libera a Hong Kong. Revolución de nuestro tiempo" o sostenían pancartas que decían "el cielo destruirá al Partido Comunista Chino".
En otros puntos de la protesta se vieron banderas de Estados Unidos y gritos a favor de la independencia de Hong Kong, según las fuentes, que aseguran que la policía también disparó gases pimienta y retiró las barricadas mientras arrestaba a un número indeterminado de manifestantes.
La propia policía emitió un comunicado en el que confirmaba que había usado la "fuerza mínima necesaria, incluidos gases lacrimógenos", ya que los manifestantes les arrojaron paraguas y botellas de agua.
También emplearon un vehículo blindado y un cañón de agua manejados por miembros del escuadrón táctico especial de la policía.
Las protestas en Hong Kong se suceden desde hace varios años, aunque se han incrementado considerablemente en estos últimos meses y sólo han sufrido un paréntesis durante el estado de alarma decretado por Pekín con motivo del estallido de la pandemia por la Covid-19.
Hong Kong regresó a manos de China en 1997 tras siglo y medio de dominación británica, después de que Londres y Pekín firmaran en 1984 una declaración conjunta por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática.
El pacto estableció el mantenimiento durante 50 años de una serie de libertades en ese territorio que no están garantizadas en la China continental.
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