PARÍS, Francia.- La Unión Europea (UE) no mediará en la crisis de Cataluña, reafirmó ayer en Bruselas el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Al mismo tiempo, numerosos dirigentes confirmaron su apoyo al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.
"No hay espacio para ningún tipo de mediación, iniciativa o acciones internacionales", insistió Tusk en Bruselas al comienzo de una cumbre consagrada a debatir cuestiones relativas al Brexit.
Como la crisis de Cataluña no figuraba en la agenda de la conferencia, Tusk comentó que no esperaba “un gran debate o discusión" sobre lo que está ocurriendo en España. Pero, de todos modos, el tema dominó gran parte de las conversaciones privadas entre los principales dirigentes y la delegación española, y suscitó importantes declaraciones de respaldo al gobierno de Madrid.
“Apoyamos la posición del gobierno español. También esperamos que se puedan hallar soluciones basadas en la Constitución de España”, dijo la canciller alemana Angela Merkel.
Los 28 dirigentes europeos “enviaremos un mensaje de unidad a toda España”, afirmó por su parte el presidente francés Emmanuel Macron quien, desde el comienzo de la crisis, mantiene una actitud de respaldo incondicional al gobierno de Madrid.
El italiano Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, recordó que "nadie en la UE reconocerá la independencia de Cataluña”. La justificación de esa posición se encuentra inscrita en el tratado constitucional de la UE. Ese documento precisa que una región puede organizar un referendo independentista únicamente con la autorización del gobierno central de su país, como sucedió en el caso de Escocia. Por otra parte, todos los países del bloque tienen en su seno uno o varios movimientos independentistas. La regla de oro es, entonces, evitar a cualquier precio alentar esas ambiciones.
Las únicas voces disonantes fueron pronunciadas por los primeros ministros belga y luxemburgués, Charles Michel y Xavier Bettel, que criticaron en forma velada al gobierno de Rajoy por su intransigencia. También coincidieron en lanzar un nuevo llamamiento al diálogo entre Madrid y los independentistas.