Moscú.- Rusia no interfiere en las elecciones de ningún país, reiteró el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, en respuesta el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el general Herbert McMaster, que acusó a Moscú de haber puesto en marcha un plan para influir en las próximos comicios de México.
"No puede haber ninguna duda de que nunca hemos planeado y nunca nos entrometeremos en un proceso electoral en el país que sea", dijo Riabkov a la agencia Interfax.
Estados Unidos se mira en un espejo cuando lanza este tipo de acusaciones contra Rusia, denunció el viceministro.
"Miran lo que hacen ellos mismos y creen que los demás hacen lo mismo. Pero esto en absoluto tiene nada que ver con la realidad", aseveró.
En su reciente visita a Moscú, el canciller de México, Luis Videgaray, aseguró que el "Gobierno mexicano no tiene ninguna evidencia que valide esta hipótesis", que ya han sacado a la luz algunos medios, expertos e incluso políticos del país que celebrará elecciones generales el próximo verano.
Riabkov también respondió hoy a las acusaciones del director de la CIA, Mike Pompeo, que en una entrevista a la cadena estadounidense CBS afirmó que Rusia lleva décadas injiriendo en procesos electorales en su país y tiene intención de hacerlo este mismo año, en el que se renovará una parte del Congreso.
"Ni hablar de cualquier injerencia en el proceso electoral en EU en vísperas de los comicios de 2018. Estados Unidos está inmersa en la oscuridad. Las autoridades estadounidenses se han zambullido en las profundidades de prejuicios antirrusos y tratan de imponer a la comunidad internacional su tergiversada visión de la esencia de la política rusa", subrayó Riabkov.
A su vez, la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, denunció que "todas las acusaciones infundadas, la búsqueda del enemigo exterior y las quejas sobre la mano del Kremlin" empezaron cuando "el sistema electoral estadounidense dio como resultado al presidente (Donald) Trump".
Las autoridades estadounidenses investigan la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 para favorecer la victoria de Trump.
Tanto el jefe de la Casa Blanca como el Kremlin rechazan tajantemente cualquier implicación de Moscú en el proceso electoral de 2016.