PARIS, Francia – El apoyo del presidente François Hollande alcandidato social-liberal Emmanuel Macron consolidó el frenterepublicano formado por los partidos del arco democrático paraimpedir que Marine Le Pen, del Frente Nacional (FN) de extremaderecha, pueda llegar al poder en la segunda vuelta de la elecciónpresidencial francesa, el 7 de mayo próximo.
Ese pronunciamiento coincidió con la intensa actividaddesarrollada en la cúspide de los grandes derrotados de la jornadaelectoral del domingo, el partido de derecha conservadora LosRepublicanos (LR) y el Partido Socialista (PS), ambos sumergidos engraves crisis internas y feroces guerras de clanes.
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En su mensaje de ayer, transmitido en directo por televisióndesde el Palacio del Elíseo, Hollande calificó a la extremaderecha que representa Le Pen como “un riesgo para Francia”.“Frente a los riesgos que supondría la victoria de Le Pen, no esposible callarse o refugiarse en la indiferencia. Hay quemovilizarse. Yo votaré por Emmanuel Macron", sentenció.
Ese mensaje solemne fue la primera intervención del jefe delEstado en la elección presidencial e igualmente la primera vez querespalda a su ex ministro de Economía.
Le Pen ganó el domingo el derecho de disputar el balotajedentro de dos semanas tras ocupar el segundo lugar en la primeravuelta de la consulta con 21,3% de los votos, detrás de Macron quetotalizó 24%.
Entre los riesgos que representa el FN, Hollande enumeró “suhistoria y sus métodos”, sus “vínculos con grupos extremistasen toda Europa” y sobre todo “las consecuencias que tendría laaplicación de su programa”. En particular denunció su proyectode abandonar el euro, que significará “una amputación del poderadquisitivo”.
El vicepresidente del Frente Nacional, Florian Philippot,reaccionó a esa posición diciendo: "Macron es el candidato deHollande, ahora las cosas están claras”.
Desde el momento en que se conocieron los resultados, losprincipales dirigentes del país apelaron a votar a Macron contraLe Pen. Los primeros pronunciamientos en ese sentido procedieron delos dos candidatos derrotados, François Fillon y Benoît Hamon.Durante la jornada de ayer ese tipo de llamamientos se multiplicóen todo el arco que integran los llamados partidos democráticos.Las instancias dirigentes del LR y del PS se pronunciaronigualmente por Macron.
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El entorno del primer ministro Bernard Cazeneuve hizo trascendera la prensa que su gobierno sostenía en forma “incondicional”a Macron.
LOS RENEGADOS
Las únicas dos grandes excepciones en ese sentido fueron laiglesia católica, que divulgó un prudente comunicado, y el líderde ultra-izquierda Jean-Luc Melenchon, que el domingo ocupó lacuarta posición con 19,2% de votos. El candidato del movimientoFrancia Insumisa evitó pronunciarse y anunció que consultará alos militantes para definir la posición de su partido. Esa actitudfue severamente criticada por la gran mayoría de dirigentes de losotros sectores políticos.
Al mismo tiempo, el partido LR mantuvo varios cónclaves paradefinir la posición que asumirá frente al futuro gobierno siMacron gana el balotaje del 7 de mayo y, sobre todo, la estrategiaque adoptará en las elecciones legislativas del 11 y 18 de junio.En ese marco, Fillon apeló a la unidad de su partido y reconocióque “no tenía la legitimidad necesaria” para dirigir labatalla de las parlamentarias y anunció que, a partir de ahora,será un “simple militante de corazón”.
El ex primer ministro Alain Juppé incitó a LR a cambiar delínea política y adoptar una orientación “máshumanista”.
Las instancias dirigentes de LR decidieron confiar al diputadoChristian Jacob y el ex ministro Eric Woerth la dirección de lapróxima campaña legislativa. Ese acuerdo, logrado con elpadrinazgo de Nicolas Sarkozy, permitió aplazar el estallido de lacrisis interna. El ex presidente es partidario de lograr una ampliavictoria en las legislativas que obligue a Macron a aceptar unacohabitación con una mayoría de LR en el Parlamento y un primerministro republicano que podría ser incluso el propio Sarkozy.
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LOS MERCADOS SE PRONUNCIAN
También los mercados se pronunciaron por Macron. La Bolsa deParís subió 4,14% -su mayor progresión desde agosto de 2016- y el resto de las plazas europeas también terminaron en fuertealza. Esa tendencia se propagó a Wall Street, reforzó el euro ehizo bajar las tasas de riesgo de los títulos franceses en losmercados de obligaciones soberanas. Esas reacciones fueroninterpretadas como un signo de alivio tras la desaparición o almenos la disminución del riesgo que representa la eventual llegadade la extrema derecha al poder.
Marine Le Pen, que no recibió ningún apoyo significativosusceptible de reforzar su candidatura, anunció que abandonaráprovisoriamente la presidencia de su partido para consagrarseexclusivamente a la campaña del balotaje.