El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, fue encarado este viernes por pacientes psiquiátricos que padecen el desabasto de medicamentos, a quienes calificó de ser “arrogantes” y de “opacar” la atención de otros sectores de la población.
El intercambio se dio en un evento convocado por en la Iztacalco bajo el nombre “Recuperación de lo público en salud y bienestar”, en el que en medio de su participación fue increpado por los pacientes, quienes le manifestaron su descontento respecto a esta situación que ha sido denunciada, por lo menos desde marzo.
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Con pancartas y demandas, los inconformes hicieron uso de la palabra durante la ronda de preguntas y respuestas al término de la conferencia ofrecida por el subsecretario, quien tras escuchar los reclamos tomó el micrófono y reconoció que la demanda es “legítima”, pues sí hay falta de medicamentos.
“Considero muy valiosa su necesidad su demanda totalmente valiosa totalmente legítima a priori, es una necesidad humana, de personas que tienen una situación de sufrimiento cotidiano porque no hay los medicamentos, tienen toda la razón”, señaló.
Sin embargo, inmediatamente después les recriminó de querer hacerse con toda la atención del sector al que él pertenece sin importarles las demás demandas y necesidades.
“El tema de ustedes, por importante y por legítimo que es, opaca el tema de la señora que está ahí, de la señora que está allá, del señor que está allá. (Eso) quiere decir que ustedes están arrogando la representatividad de todo el mundo y eso no lo considero justo”, continúo.
Este intercambio, además, ocurrió a menos de una semana de que la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados cancelara la reunión de trabajo con el subsecretario López-Gatell, pues a menos de 24 horas de la reunión el funcionario no había confirmado su asistencia. Tres días después asistió al evento en Iztacalco.
Sobre el desabasto de medicamentos psiquiátricos, en febrero el funcionario admitió que éste sí existía, pero no en instituciones públicas sino privadas, debido a la suspensión de líneas de producción de la empresa Psicofarma debido a la contaminación de medicinas, a la que acusó de ser un monopolio.
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Semanas después, la Organización Editorial Mexicana pudo comprobar que además de los hospitales privados la problemática se extendía hasta los entes públicos de al menos 11 estados, demanda que no ha podido ser satisfecha.
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