Zepeda analiza ser candidato presidencial del Frente Ciudadano

Juan Zepeda, quien saltó a la escena política nacional luego de ser el abanderado del PRD a la gubernatura del Estado de México y conseguir más de un millón de votos en las pasadas elecciones,  afirma que se ve como un buen candidato presidencial del Frente Ciudadano por México.

Asegura que buscará el consenso, pero que si no obtiene la candidatura apoyará al futuro abanderado del bloque opositor.

“Espero que Ricardo Anaya, Miguel Ángel Mancera, Rafael Moreno Valle y el mismo Silvano Aureoles, que todos, pongamos nuestras aspiraciones en la mesa y que con mucha generosidad, busquemos un perfil ciudadano”, admite.

Pero acota que la popularidad que obtuvo en la elección pasada del Estado de México no lo convierte en automático en autoridad al interior del partido, sino que se asume como un militante institucional.

“Si los compañeros me dicen tú dirige el PRD, con gusto estaré ahí; si me dicen Juan vas al Senado, con gusto lo haré. Igual si me dicen hoy no hay candidatura, pero sí hay mucha chamba en las calles para fortalecer al partido, igual lo haré”, comenta en entrevista con El Sol de México.

El actual coordinador de diputados en el Congreso del Estado de México señala que se debe tomar esa consideración con mucha cautela; asimismo acepta que no le obsesionan los cargos y estará en donde le ordene su partido.

Zepeda Hernández admite que era simpatizante de Andrés Manuel López Obrador y como tal, la única alianza posible que veía para el PRD era con Morena.

-¿Cuál es tu aprendizaje luego del Estado de México?

Sin duda la gran enseñanza es ser más responsable; tenemos que generar esa consciencia de responsabilidad en el partido, porque si esa candidatura se hubiese procesado un mes y medio antes, el resultado habría sido distinto. El prolongar una definición que pudimos haber logrado dos meses antes provocó que llegáramos tarde a la elección;  nosotros la consumimos en nuestros pleitos internos.  

La enseñanza de este pasado proceso es que el PRD puede cambiar sus formas, que podemos salir adelante, pero sí tenemos que poner mucho amor al partido y amor al país.

-¿Qué es lo que sigue para Juan Zepeda?

Seguir construyendo partido, actualmente soy el coordinador del grupo parlamentario en la legislatura local del Estado de México y me interesa que podamos fortalecer al partido, que se convierta en un factor determinante para ganar el Gobierno de la República el próximo año y cambiemos al régimen.

Pero, lo que el partido me determine, ahí estaré yo sin ningún problema.

Muchos lo ven como presidente, senador y principalmente ahora como líder nacional del PRD, ¿dónde se ve usted?

En efecto, he escuchado a muchos compañeros que ya me generan muchos escenarios, y mayormente en la dirigencia del partido, donde un grupo importante de compañeros me ha externado esa posibilidad. Y hoy reitero que lo que el partido requiere es que todos abonemos con humildad y esmero en su construcción.

Entonces, con esa prudencia y sensatez, si los compañeros me dicen tú dirige el PRD, con gusto estaré ahí; si me dicen Juan vas al Senado, con gusto lo haré. Igual si me dicen hoy no hay candidatura, pero sí hay mucha chamba en las calles para fortalecer al partido, igual lo haré.

Nunca he peleado un cargo y hoy no va a ser distinto. Si me dicen que debo ser candidato sí voy, pero hay que buscar los consensos, que se abra un método democrático, pero en esta nueva etapa no tenemos por qué ir a competir.

-¿Quiere ser presidente de México?

Cuando sale el escenario de conformar el frente amplio, en ese momento dije que ahí sí me interesaba serlo, para contrastar proyecto con otros perfiles, más allá de los perredistas.

Espero que Ricardo Anaya, Miguel Ángel Mancera, Rafael Moreno Valle y el mismo Silvano, que todos, pongamos nuestras aspiraciones en la mesa y que con mucha generosidad, busquemos un perfil ciudadano.

Yo he puesto también el nombre de Enrique Krauze para que venga a encabezar los esfuerzos como candidato a la presidencia de la República y saludo con mucho gusto y entusiasmo, el esfuerzo que Denise Dresser y otro grupo de connotados líderes sociales e intelectualesle han solicitado al Frente Ciudadano, decir queremos acompañarlos para que todo sea transparente.

-¿Cuál es su diagnóstico del PRD en este momento frente a la sucesión de Barrales?

La renovación de dirigencia del partido es un momento crucial importantísimo y lo tenemos que abordar con mucha responsabilidad quienes aspiremos, por eso insisto voy a buscar el diálogo y el consenso. Si ese me favorece, adelante; pero si favorece a otro compañero, también lo voy a apoyar con mucha determinación.

El partido viene de un proceso lento, pero de constantes sangrías, de compañeros que lo están dejando. En el pasado, entre interinos y electos hemos tenido 17 dirigentes del partido, muchos de ellos ya no están, a todos ellos el reconocimiento. Pero todo, nos ha venido forjando. No podemos solamente estar en el PRD reconociendo a los que tienen éxito.

En esta etapa voy a privilegiar el diálogo y el consenso, si logramos ese conceso el PRD va a salir unido e insisto que no haya avasallamientos ni mayoriteos, que todo se dé mediante el diálogo que nos permita salir de un proceso que en otros momentos se ha tornado muy complicado, muy complejo y que nos ha costado preferencia electoral hacia fuera.

-¿Seguiría con el Frente Ciudadano por México?

Hasta esta etapa en que todo es público, sí apoyo al Frente, pero el que uno diga que lo apoya, no significa que entregue un cheque en blanco. Cada momento tiene que ser informado, cada momento tiene que ser consensado para que todos podamos abonar lo que a nuestro juicio, le conviene más al Frente y al país, pero sobre todo a la ciudadanía.

No podemos extender un cheque en blanco y que el día de mañana nos salgan con acuerdos que se tomaron a espaldas de la militancia o de la ciudadanía, y que nos dejen inconformes.

-¿Considera pertinente las alianzas del PRD?

Siempre mi posición fue que el partido tenía que mantener una alianza con la izquierda. Siempre lo sostuve así, y ese fue el caso del Estado de México, donde nos cansamos en todo momento de buscar a López Obrador; nada más que la cerrazón fue de Andrés Manuel. La única vez que llegó con nosotros, nos grito.

Decía Emiliano Zapata que más vale morir de pie que vivir de rodillas, y Andrés Manuel se le olvidó esa frase, nos quería someter y no puede ser.

Después de las elecciones en el Estado de México, Andrés Manuel cerró la posibilidad de ir juntos en una alianza al 2018. Bueno, nosotros en el partido tampoco somos suicidas, nuestro partido tiene que abrir alternativas.

-¿Morena no gana solo?

Si hoy nuestro país requiere un cambio y ya está cerrado porque la otra izquierda que representa Morena, en una actitud unilateral y soberbia, creen que van a ganar solos; entonces, no vamos a cancelar nosotros la posibilidad de que haya un cambio en el país y nos obliga a acercar posiciones, en este caso con el PAN y Movimiento Ciudadano.

Que hay temas que nos alejan con el PAN, sí es cierto, pero en estos momentos de crisis para el país, encontremos las coincidencias.

Yo hubiese dado todo por que fuese con la izquierda, pero después de que Morena se cierra, tenemos que salir adelante, si eso nos lo frecen otros aliados.

-¿Confía en Ricardo Anaya para trabajar con él en la construcción del Frente?

Hay que reconocer que él también ha venido construyendo al Frente desde su trinchera; que tiene una aspiración para encabezar el Frente, bueno, hasta ahora no lo ha externado. Esperemos que en su momento también pueda decirlo, pero tiene una aspiración legítima como cualquiera.

Yo diría que todos los que aspiramos a ser candidatos seamos humildes y generosos. Les preguntaría ¿en el PRD quién trae un millón de votos?, yo sí los traigo, pero no es Juan, es el perredismo del Estado de México. Bueno, con esa humildad, hay que decir: uno tiene que abonar a la mesa del Frente, y traer a alguien que vaya más allá de los partidos y que salvemos el principal escollo que veo en la construcción del Frente y es la determinación de la candidatura presidencial. Que venga un ciudadano sin partido y apoyémosle.