El Gobierno federal y la iniciativa privada tienen los mismos objetivos para llevar a cabo una política energética, pero no se están comunicando o escuchando bien, afirmó Alfonso Romo Garza, jefe de la Oficina de la Presidencia.
“Ustedes tienen muy claro cómo fortalecer esa política con inversiones complementarias necesarias. Los objetivos coinciden, pero algo sucede que no nos estamos comunicando bien o no nos estamos escuchando bien”, expresó durante su participación en la Reunión Anual de Industriales (RAI), organizada por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
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La semana pasada, un grupo de congresistas de Estados Unidos envió una carta al presidente Donald Trump para advertir sobre incumplimientos de México en materia energética dentro del T-MEC, debido al objetivo de la Cuarta Transformación de privilegiar a las empresas del Estado.
El documento indica que las acciones del gobierno mexicano amenazan la inversión y el acceso al mercado a empresas estadounidenses, lo que “socava el espíritu” del acuerdo comercial que entró en vigor en el pasado mes de julio.
Según Romo Garza, la política del presidente Andrés Manuel López consiste en fortalecer a Pemex y CFE, así como no contratar más deuda o subir precios a los consumidores y proteger la soberanía energética.
Sin embargo, reconoció que es obligación del Gobierno poner las condiciones necesarias para que “los innovadores" crezcan solos, con certeza jurídica y normativa, al igual que con seguridad física y una política fiscal que atraiga a la inversión, especialmente en momentos de incertidumbre.
“Poner obstáculos a la inversión es traicionar el combate a la pobreza, y la historia nos lo reclamará si no lo hacemos correctamente. Es la historia quien juzgará nuestra grandeza o fracaso como gobierno y empresarios”, añadió.
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