Si estás pensando en ser parte de esta magna festividad en la huasteca potosina es importante que vayas planeando las fechas clave que además de servirte para disfrutar de esta celebración, también te permitirá conocer la tradición y adentrarte más en ella.
El Xantolo es una fiesta milenaria de origen náhuatl y tének de la región huasteca, dedicada al recuerdo de las personas difuntas.
Con la conquista de México, esta celebración se fusionó con las tradiciones extranjeras, que dieron origen a lo que hoy conocemos como la fiesta de todos los santos difuntos o Xantolo, que tiene también influencias cristianas y católicas.
Aunque hay quienes aseguran que el inicio de esta celebración comienza el 24 de junio con el riego de las semillas para la flor de cempasúchil y mano de león, la fecha más comúnmente reconocida como el inicio del Xantolo es al final de septiembre.
Si quieres conocer más sobre el calendario de esta milenaria tradición, te compartimos algunas fechas clave:
29 de septiembre: primera ofrenda y ritual de bajada de máscaras
Hay quienes dicen que es hasta el 29 de septiembre la primera fecha clave, pues ese día se coloca la primer ofrenda de San Miguel Arcángel y se “copalea” el hogar. Además, quienes serán parte de las comparsas de huehues (en náhuatl significa viejo) hacen un ritual y un rezo para que puedan bajar las máscaras guardadas en el “tapanco”, cada integrante lleva su ofrenda e incluso hay quienes llevan la foto del difunto a quien dedicarán el baile. Posteriormente bailan frente al altar y purifican con copal a cada integrante de la comparsa, también son designados el capitán y los huehues más representativos, el diablo y el charro.
Esta fecha es importante pues se considera que San Miguel Arcángel abre las puertas del cielo para permitir a las almas bajar durante las festividades de Xantolo.
28 de octubre: arco y recibimiento de difuntos por muerte violenta
Este día se dedica a la creación del altar, en el que sobresale un arco hecho con cuatro varas, el cual se forra de estribillo, palmilla o limonaria y adornados con ramos y collares de cempasúchil y bojolillo además de flores de mano de león, que en conjunto representan la entrada al mundo de los muertos.
El arco está acompañado de 7 travesaños que simbolizan el paso por los siete ríos donde purifican sus almas. Además en el centro se incluyen las fotografías de los difuntos, ofrendas; y un camino de pétalos de cempasúchil del arco a la entrada del hogar con copal para purificar el alma del difunto y guiar su camino a la ofrenda.
También se incluyen velas y veladoras, las cuales están dispuestas en un tronco de plátano, esta luz permitirá guiar el camino de las almas para llegar al altar.
Este día se dedica a San Judas Tadeo y de acuerdo con la celebración de Día de Muertos, también se recibe a las ánimas de los difuntos que murieron asesinados o en muertes trágicas. Una vez levantado el arco, se ofrece una ofrenda, generalmente tamales, café y chocolate.
29 de octubre: día dedicado a los ahogados
Tal como su nombre lo indica, este día dedican ofrendas a los difuntos que perecieron ahogados; además de que se inician las preparaciones de los huehues, quienes piden permiso a los muertos para comenzar a representarlos a través de sus disfraces y máscaras.
30 de octubre: día para las ánimas solas y olvidadas
La celebración de Xantolo es para festejar la muerte, por ello, ningún alma puede quedarse sin degustar las ofrendas y todas aquellas que fueron olvidadas por alguna razón pueden ser recibidas en los hogares de las familias huastecas, quienes encienden una vela sola en el altar, apartada de todas aquellas que incluyen en el tronco de plátano y está dedicada a esas almas que no tienen a dónde llegar.
31 de octubre: almas en el limbo
Las ofrendas y actividades de este día se dedican a aquellas almas que no nacieron o que no fueron bautizadas. Este día las ofrendas también incluyen dulces, juguetes o elementos que atraigan a los niños al altar.
Además en el municipio de Axtla de Terrazas se lleva a cabo la ceremonia de cambio de bastón de mando entre los ancianos de la zona.
1 de noviembre: Día de todos los Santos
Dado que los niños, debido a su pureza son considerados santos, este día también es dedicado a ellos. Los huehues comienzan a recorrer las calles para bailar frente a los altares. A las 12 de la tarde comienzan los cohetes a sonar, anunciando la llegada de las almas que levantarán las ofrendas. Los niños salen de sus casas a “chichiliquear”, es decir a tomar las ofrendas del altar, los dulces típicos o favoritos de los difuntos niños, el chocolate, pan, fruta y todo aquello que las familias se permitan ofrendar.
Este día es de júbilo y mucho alimento, la fiesta apenas está comenzando, en las calles se puede sentir el olor de las flores de cempasúchil; y las cuerdas del violín y la jarana no dejan de sonar con los sones de los huehues.
El caminito conduce a los niños a las casas directamente al arco, donde levantan las ofrendas y existe la creencia de que no se debe agradecer por ella, pues, es a través del cuerpo de los vivos que disfrutan los muertos de las ofrendas, es decir que prestaron su cuerpo a las almas de los difuntos.
2 de noviembre: Día de los fieles difuntos
Este día, al igual que el anterior es una celebración, sin embargo, ahora el arco o altar también tendrá en él las ofrendas para las ánimas adultas, que pueden incluir licores, como el famoso jobito, cerveza, tequila, mezcal o cualquier bebida favorita del difunto. Además de cigarros y comidas favoritas.
Este día, la ofrenda se lleva a los panteones, las familias se organizan y llevan a muy temprana hora los alimentos que consumirán junto a la tumba de sus seres queridos, adornan, limpian, los huehues bailan entre las tumbas y hay un ambiente de gozo.
A medio día, los cohetones anuncian la llegada de los fieles difuntos, quienes son liberados para comenzar a levantar las ofrendas, el olor a copal inunda las calles que también envuelve el olor a tamales y chocolate.
La fiesta de muertos continúa todo el día e incluso varios días más en la Huasteca potosina, las danzas de huehues también continúan, no se cansan de hacer sonar el chirrión y el cuerno de toro para levantar a las ánimas de su descanso.
Esta celebración termina hasta el 28 de noviembre, día de San Andrés, cuando los huehues realizan el “destape” con el cual las personas que bailaron se quitan su máscara, dejan al descubierto su rostro y vuelven a bailar sin ella, para guardarla en la siguiente huehuada.
Ese mismo día hay quienes levantan el arco y limpian el altar, dando por finalizada la temporada de Xantolo