Ahora tocó el turno de sufrir vandalismo a uno de los balaustres alrededor del reloj del jardín Colón, del que fue arrancada una copa de cantera; la pieza ya fue repuesta por especialistas.
No es la primera vez que ocurre un daño patrimonial de tales características ya que, inclusive, hace unas semanas, desapareció al menos un par de maceteros de piedra. Los pilares donde estaban asentados todavía hoy lucen vacíos, lo que significa que las piezas no han sido recuperadas.
Antes, también, han sido dañadas las bancas de piedra en este jardín también conocido como De la Merced, parte del ahora conocido como “Paseo Esmeralda”.
Esta semana, personal de la Unidad de Gestión del Centro Histórico del Ayuntamiento capitalino se percató que una copa de cantera había sido desprendida de uno de los balaustres, misma que fue hallada en una de las áreas verdes; con el personal especializado, ya se realizaron los trabajos para la reposición de la pieza.
El vandalismo ha sido común en ese jardín, el cual suele ser invadido por personas en situación de calle, mientras que sus áreas verdes suelen no ser respetadas por alumnos de escuelas contiguas a pesar de la señalética que existe, por lo que luce los estragos de ese maltrato.
El año pasado, el jardín Colón fue sometido a una rehabilitación después de varios años de permanecer en el abandono; la última reparación se realizó fue a la balaustrada de cantera rosa del reloj -que fue un obsequio de la colonia Española y se instaló en 1910 con motivo de los festejos del Centenario de la Independencia-, así como la reposición de diverso mobiliario ya deteriorado.
Hace unos días, la Unidad de Gestión del Centro Histórico intervino el reloj y retiró polvo y tierra acumulada en su interior; también se realizó ajuste del mecanismo para que vaya acorde a su hora.
Cabe recordar que el jardín Colón fue edificado en el área que ocupó el Convento de La Merced, de ahí que también es conocido como jardín de La Merced.