Sobre el pasaje Hidalgo se encuentra el señor Martín Ávila Mendoza, quien recuerda a la perfección cómo este espacio se convirtió en un gran punto de venta de periódicos y revistas desde la década del año 1962.
Mucho ha cambiado desde entonces, dice don Martín, pues el diarismo y las revistas de publicación periódica se transformaron a la era digital y lo impreso restó interés en los lectores.
Aquellos tiempos de bonanza reflejaron que existía una gran cantidad de público lector, plática este voceador, que como ahora busca estar bien informado pero a través de las plataformas web.
Sin embargo, Martín menciona que a pesar de ello, aún hay clientela que de manera continúa sigue adquiriendo periódicos y revistas, aunque las ventas no sean las mismas.
"Ha Sido difícil enfrentarnos a tanto cambio. Con la llegada del internet la venta de periódicos y revistas se mermó, ahora la información es al día, a cada hora va cambiando. No es como antes que uno esperaba las noticias del diario para saber que estaba pasando", señaló.
Atrás también quedó la clientela constante que cada día iba por su periódico por las mañanas, pues ya son personas mayores y desde hace tiempo dejaron de consumir estos impresos.
"La gente joven de vez en cuando viene a comprar periódico y depende de la noticia, si es nota roja, o bien también buscan sopa de letras para distraerse y desestresarse, eso sí se sigue vendiendo y muy bien".
Respecto a la diversificación de las ventas, este voceador comenta que en mercancía han tenido que agregar más artículos , cómo chicles cigarros y hasta chips de telefonía móvil.
"Pues uno tiene que buscarle, aunque ya no es lo mismo. Antes cuando se vendía estábamos 12 horas en el puesto , ahora solo venimos hasta seis y ocho porque ya no se vende. Muchos hasta meten cachitos de la lotería, llaveros y objetos como juguetes entre otras cosas".
En cuanto a las ventas y ganancias don Martín explica que éstas han bajado considerablemente, hasta más de un 50 por ciento.
"Los que seguimos aquí es porque tenemos varias generaciones dedicándose a esto y aunque muchos son nuevos y sus padres ya se retiraron queremos seguir en el oficio. Yo soy de los únicos voceadores que empezaron aquí en el centro, en el piso mostrando el periódico".
Así es como 60 años del comercio del periódico se niega a desaparecer, y se aferran a persistir con nueva mercancía, nuevo contenido y en búsqueda de noticias distintivas que les permitan atraer clientela.