Talento a la vuelta de la esquina...
Grafito, esfumino, unos cuantos lápices y el amor al arte son las herramientas esenciales que acompañan a Jesús Carmona, quien desde hace más de 30 años se dedica al arte del retrato. A primera hora, en el pasaje de la calle Manuel José Othón -a un costado de la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí-, Jesús expone su obra en la calle, algunos dibujos y pinturas se disponen como una galería andante, donde muestra su trabajo como retratista para hacer de su talento una fuente de ingreso.
Las personas pasan y preguntan por su trabajo y el señor Carmona responde que elabora retratos en un tiempo menor a los 30 minutos, a un costo de 150, 200 y 250 pesos. Su mano no titubea, es enérgica en cada trazo y tiene la habilidad de retener la esencia de los rostros que dibuja, a través de la potencia del grafito.
Jesús se ha dedicado toda su vida al arte, de pequeño tuvo su primer acercamiento al dibujo, pero no fue hasta su adultez que supo desarrollar su habilidad a plenitud. Hoy ha encontrado una manera de subsistir en esta vertiente artística, donde día con día retrata a toda aquella persona que se vea interesada en tener una pieza de arte única y personalizada.
“Desde pequeño siempre busqué la expresión libre de las cosas, es algo nato. El arte es y puede estar dirigido a un oficio en específico. La vida y sus circunstancias me dirigieron por otros caminos y, afortunadamente, a mí un hermano me enseñó a dibujar. Después, las circunstancias me llevaron por otros lugares pero yo me despojé de lo material para hacer del arte una forma de vida”.
“Se puede vivir del arte... claro, hay que especializarse. En mi caso, hacer retratos es algo complejo, hay que realizarlos bien para que puedan venderse. Hay dibujos más complicados que otros. La técnica es imprescindible, necesaria para hacer una buena obra ”.
Este artista del dibujo pierde la cuenta de cuantos retratos realiza al día y mucho menos recuerda cuantos ha elaborado desde hace ocho meses en los que se encuentra de manera itinerante haciendo dibujos en el espacio urbano de San Luis. La ausencia de trabajo y la necesidad de llevar un ingreso económico a su hogar lo han hecho hacer de la calle su espacio de trabajo. “No he contado cuantos dibujos he realizado, pero hay rostros que jamás olvido. Me encanta la figura humana y trabajar ese tipo de expresión”. Del retrato a Jesús le gusta plasmar la esencia de la gente, pues dice que “[el rostro] es como un mapa de nuestros hechos y pensamientos, hacer un retrato es una manera de entender al otro al observarlos”.
Jesús se ha enfrentado también al rechazo de diversas instituciones culturales, donde no le han dado la oportunidad de exhibir su obra, por eso hoy la pone a disposición de la población en uno de los rincones más distintivos del Centro Histórico: “Hay instituciones que solo les interesa presumir, pero no les importa la expresión del artista. Les encanta que vengan los extranjeros y expongan en sus museos, pero no le permiten a los artistas nacidos y creados aquí ser parte de sus galerías”.
A pesar de ello, este dibujante menciona que San Luis Potosí es un sitio donde hay muchas libertades, algunas buenas, otras no tanto, pero, al final, él puede tomar la calle y hacer de su arte algo para compartir con todos. “En otros estados han ido a quitarme y solicitado permisos para poder permitirme dibujar en la vía pública, pero San Luis es diferente, el arte y las expresiones culturales están en cada una de sus calles, eso es bonito”.
De su trabajo artístico le queda la experiencia de conocer a cientos de personas, de grabar con su trazo el momento sublime de compartir el tiempo con algunos desconocidos que aprecian su talento. Pese a este inmenso amor al arte, su talento y las experiencias, hay quienes “regatean” su trabajo artístico. Afortunadamente, él como buen creador no accede, pues sabe lo que vale su obra. Como él, muchos artistas que hacen de lo urbano un sitio de expresión, Jesús no cree en la competencia, pues dice que mancha la benignidad del artista.
Las personas que lo miran se emocionan al ver su talento y habilidad. Algunos dudan y otros, curiosos, se acercan para ser testigos de su proceso creativo, no le gustan las fotos y es amable con cualquiera que le pregunte sobre su trabajo. Es de fácil palabra y, mientras dibuja, no puede evitar sonreír, tal vez porque hace lo que ama. Jesus es un dibujante y retratista itinerante que ha hecho de las calles de san luis su propia galería, donde plasma los rostros de la gente con la que muchas veces se convive, pero desconoce.
- Labora de forma itinerante en el pasaje de la calle Manuel José Othón, a un costado de la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí
- Debido a la pandemia, desde hace ocho meses encontró en el dibujo una forma de llevar sustento a su hogar
El rostro es como un mapa de nuestros hechos y pensamientos, hacer un retrato es una manera de entender al otro al observarlos
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