Para Viviana Gutiérrez Ángeles, de 32 años de edad, tiene un poco más de 11 años como paramédico en la ahora Unidad de Rescate y Atención Médica de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), significa estar siempre alerta ante las emergencias que se puedan suscitar en agravio de cualquier persona.
"Yo elegí esta profesión porque me gusta servir a los demás, ayudarlos y saber que puedo ser de utilidad ante una situación de emergencia, pues en la mayoría de los casos las personas colapsan ante una crisis y difícilmente pueden ayudar adecuadamente en una situación de riesgo. Para eso me formé y para eso estoy yo aquí".
Esta paramédico comenta, qué el ejercicio de sus funciones siempre debe de estar dirigido a la protección física de cualquier persona que se encuentre en riesgo, además de brindar primeros auxilios, apoyo en traslado de ambulancia y ser el primer contacto de apoyo ante casos de violencia familiar.
"Nuestra labor es compleja, debemos estar altamente capacitados para poder solucionar cualquier adversidad y problema que enfrente la ciudadanía"
En este sentido, Viviana explica que mayormente a las personas que asiste dentro de su perímetro de trabajo son los adultos mayores y las jefas del hogar, por accidentes en casa, caídas de altura, lesiones físicas a menores, crisis nerviosas por asaltos y hasta rescate de personas convalecientes en la vía pública.
Cada elemento de esta Unidad, cuenta con una capacitación en el área de rescate, en el área médica y primeros auxilios. Su jornada laboral le implica más de 12 horas de trabajo al servicio de la comunidad, atendiendo un promedio de 12 a 20 emergencia por día.
"Regularmente estamos en ambulancia o traemos la unidad de rescate, atender las diferentes zonas del Centro Histórico, como elementos de primer contacto. Brindamos cualquier tipo de auxilio".
También comenta que dentro de su profesión, se ha enfrentado a situaciones difíciles, pues muchos accidentes que vivencia la han dejado marcada de por vida.
"Hay secuelas, sobre todo cuando nos toca atender a compañeros de la misma corporación y verles con su uniforme ,es de las cosas más fuertes que he tenido que enfrentar. Además cuando acudimos a atender a niños o menores de edad, también es duro para nosotros y nos afecta mucho psicológicamente".
Pero en contraste a esto, Viviana se expresa agradecida por su trabajo y las vastas experiencias que le ha dejado.
"Nuestra labor es muy satisfactoria, saber que puedes ser el apoyo de una persona, que le puedes salvar la vida justo en el momento que enfrenta una emergencia, es una sensación muy bonita".
Así es la vida cotidiana de una paramédico rescatista, estar siempre atenta a te cualquier peligro, ante cualquier grito de ayuda e incluso estar preparada para enfrentar el peor de los escenarios.
"Esto requiere mucho carácter, no tener miedo de hacer tu trabajo para realizarlo de la mejor forma. Aplicar debidamente cada protocolo, priorizar a las personas y destinar todos tus recursos para salvaguardar su integridad física hasta que pueda ser llevado a una sala de urgencias o un hospital".