“Les pido que vivamos el tiempo de Adviento como un tiempo donde promovamos y busquemos la paz, tanto a nivel personal, familiar y social, sobre todo en nuestra nación mexicana tan herida por la violencia. Pues los anhelos legítimos de toda persona sólo se cumplirán en Dios, ya que Él, es la verdadera Paz para nuestra vida, pues tiene la presencia y la respuesta a todas las situaciones que vivimos. En Él nos restauramos”.
“Les invito a vivir y experimentar de forma más profunda la espiritualidad de este tiempo de Adviento. Y para esto, las lecturas en la Eucaristía, las actividades de las parroquias e incluso la ambientación navideña, contribuyan a esta experiencia, para que nuestra mente y nuestra voluntad estén dispuestas a algo más desde Jesucristo”.
Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, al ofrecer su Mensaje de Adviento 2023 a todo el pueblo Santo de Dios que peregrina en la Arquidiócesis de San Luis Potosí, quien indicó:
“Al haber proclamado a Jesucristo como Rey, lo reconocemos no como un Rey lejano cuyo reinado, leyes e intención están lejos de nuestras realidades y sueños, sino que lo proclamamos como Nuestro Rey, cuyo Reino gobierna nuestros valores y principios. A Él, nuestro amoroso y poderoso Rey soberano de verdad, le preparamos felizmente la celebración de su nacimiento glorioso. Tenemos así el nuevo año litúrgico, tiempo en que celebramos y conmemoramos que está entre nosotros, con todos los momentos de su vida y su obra para nuestra salvación. El año litúrgico comprende el Adviento, la Navidad, el tiempo Ordinario, la Cuaresma, la Semana Santa, la Pascua, y posteriormente el tiempo Ordinario continúa hasta llegar a la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo”.
“Así iniciamos este año con el Adviento, que significa «HACIA LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO». Es tiempo de cristiana esperanza, es decir, lanzarse mejor hacia la experiencia y el conocimiento de Jesucristo que es el rostro de la misericordia de nuestro Padre. Es darnos esperanza verdadera, pues si nuestra vida sólo se centra en las cosas del mundo, estaremos hambrientos de lo más hermoso, pues nuestra vida estaría frustrada al dejar de lado la fuerza que da el amor, la vida, la paz y la hermandad de Jesucristo. Porque siempre nuestra persona, nuestra familia, nuestra sociedad, necesitará vivir los valores del Reino”.
“He querido elegir este texto de Isaías en que el profeta nos invita a preparar el camino del Señor. Precisamente en eso consiste el Adviento, preparar el camino para que el Señor llegue, pero también para que nosotros ayudemos a que los demás se acerquen a Dios”.
“En este Adviento reiniciemos la misión de llevar a los demás a Dios: tu familia, los conocidos, los alejados, los que padecen, etc. Llevémoslos a Dios, allanando el camino, quitando las montañas de soberbia, de pereza y de indiferencia, que nos hacen creernos superiores a Dios, como muchos, que creyéndose dueños de todo hacen tantos males. Por eso, es importante allanar el camino para que el Señor se acerque y para que cada uno se acerque a Dios y así, ayudar a que otros encuentren al Señor. Asimismo, llenemos los huecos y los vacíos de nuestra vida con la paz, la gracia, la presencia y la amistad del Señor. Esto hará que las luces, adornos y ambientaciones propias de este tiempo, den un sentido más real y bello a la preparación del nacimiento de Cristo”.
“Pido a María Santísima que Ella sea la clave en este tiempo de preparación para la Navidad ya próxima, y que nos disponga, como sólo Ella sabe hacerlo, a proclamar en todas partes que Dios está con nosotros”.
Terminó diciendo la hermosa frase bíblica:
«Una voz clama: “Abran el camino al Señor en el desierto; en la estepa tracen una senda para Dios; que todas las quebradas sean rellenadas y todos los cerros y lomas sean rebajados; que se aplanen las cuestas y queden las colinas como un llano” (Is 40, 3-4)»
“Que Cristo Rey del Universo sea nuestro guía, nuestra esperanza y nuestra paz”.
Feliz Año Nuevo Litúrgico les desea su hermano y Pastor, Jorge Alberto Cavazos Arizpe.