Una imagen de la Virgen del Carmen, con un escapulario sostenido en su mano derecha y Jesús niño en la otra, parece observar el peregrinar de decenas de feligreses católicos, desde su altar en la iglesia del Carmen, enclavada en el corazón del Centro Histórico de San Luis Potosí, en el día de su celebración.
Lo mismo hace en otras localidades donde la veneran, como en Las Moras, en Mexquitic de Carmona, o en el ejido Puente del Carmen, en Rioverde, por ejemplo.
En la capital potosina, su iglesia y sus alrededores son una verdadera fiesta, desde temprana hora y hasta al anochecer, que se ambientan con los bailes folclóricos y culmina con los tradicionales fuegos pirotécnicos en su plaza exprofeso, su gran plaza para recibir a sus decenas, cientos de devotos.
A pesar de los amagos de la naturaleza de lluvia en el Centro Histórico al momento de sus festejos, los feligreses acudieron como cada años a venerar a la madre en su representación como Virgen del Carmen.
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A las 06:00 horas en punto se corearon las mañanitas, y durante el resto misa tras misa hasta las 17:00 horas, la principal, presidida por el Arzobispo de San Luis, Jorge Alberto Cavazos Arizpe.
A la par de los eventos religiosos, también hubo actividades artísticas y culturales.
La Virgen del Carmen, también llamada Nuestra Señora del Carmen o Santa María del Monte Carmelo, obliga a que su festividad sea popular, a que sin falta estén presentes los puestos de antojitos típicos -como los tacos rojos-, los juegos mecánicos y aquellos de mercancía religiosa todos, supuestamente supervisados por la Dirección de Protección Civil y la Dirección de Comercio Municipal que ésta vez, no estorbaron la festividad, ea decir, no hubo cierre de calles aledañas -hasta el espectáculo de la "pólvora"-, al ser instalados en la Alameda "Juan Sarabia", detrás del templo, junto con los juegos mecánicos.
Un día antes de este martes 16 de julio, concluyó el novenario, durante el cual la imagen de la Virgen del Carmen, comenzó a apilar flores y más flores, ofrenda de muchos de los feligreses que acudieron a venerable en su día como cada año, y admirar su escapulario que algunos llegan a considerarlo, inclusive, un amuleto; la ventas de réplicas en los puestos al exterior, así lo indican.