Villa Campestre, la colonia capitalina que ha mantenido "a raya" a la delincuencia

Cualquier ruido, cualquier situación extraña, hasta un recolector de basura que no es el usual es reportado de inmediato, y la vigilancia de niñas y niños ha sido prioridad

Miguel Ángel Mora / El Sol de San Luis

  · jueves 31 de octubre de 2024

Archivo OEM / El Sol de San Luis

Los colonos de Villa Campestre no requieren armas ni sofisticados sistemas para mantener en "casi en cero" los indicadores de inseguridad; solamente les basta una bien organizada red de vigilancia vecinal.

No forman parte -a menos que los convenza el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Juan Antonio de Jesús Villa Gutiérrez, que ya diálogo con ellos- de los Comités de Seguridad, ni nada de eso.

Aunque presumen que solamente se trata de que todos los vecinos estén atentos a cualquier persona o actividad sospechosa aún en los alrededores del fraccionamiento, también les ha ayudado en convertirlo privado.

Es decir, aunque sin un control, es difícil que algún vehículo que no es de vecinos ingrese y menos algún extraño, a menos que se algún cobrador, por supuesto.

Sin embargo, como todo sistema de vigilancia, el de los vecinos de Villa Campestre tiene sus debilidades: En este caso, es la barda que colinda con el bulevar del Río Santiago.

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Hace unos días que por primera vez -según dijeron los vecinos- entró a la zona un presidente municipal, aprovecharon para exponerle esa exposición que tienen ante la delincuencia: Delincuentes se brincan la barda para hacer de las suyas.

Maravillado del sistema de vigilancia que han procurado, ofreció colocar "detectores de movimiento" en toda la barda, pero a cambio de que detallaran a su jefe de policía cómo han mantenido alejada a la delincuencia, y tomarlo como modelo para otras colonias.

No hay secretos, es una simple organización vecinal detallada que han ido perfeccionando en el lapso de ocho años; la comunicación entre ellos es constate, las 24 horas del día: Cualquier ruido, cualquier situación extraña, hasta un recolector de basura que no es el usual es reportado de inmediato, y la vigilancia de niñas y niños ha sido prioridad cuando juegan en las calles.

Así, no hay secretos, dicen; solamente se trata de una buena convivencia y organización entre vecinos.