Lo que parecía una marcha pacífica por el Centro histórico de San Luis, terminó con más de diez personas detenidas, daños a edificios, monumentos y una patrulla de la policía en llamas.
Arrojaron petardos y bombas molotov a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí, además dos patrullas de la policía municipal capitalina resultaron dañadas, así como las instalaciones del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Se trata de un grupo de manifestantes desconocidos que sólo se identificaron con el #ACAB. Fueron al Congreso del Estado, donde había un cerco de policías que fácilmente superaron, destrozaron los enormes cristales ahumados de la fachada y, tras acorralar al policía de guardia, empezaron a realizar destrozos en todas las áreas de las plantas baja y alta
El busto de Ponciano Arriaga -que se ubica en el vestíbulo, antes de ingresar al salón de plenos que lleva su nombre- fue desprendido y arrojado a la calle. Aunado a ello, sacaron una Bandera de México que se ubica en la sala González Bocanegra y destrozaron equipo de cómputo, telefónico y demás mobiliario.
La policía intervino posteriormente y detuvo a aproximadamente 10 personas, según lo informó el secretario general de gobierno, Alejandro Leal Tovías. Antes de dispersarse, los manifestantes todavía alcanzaron a causar daños a la fachada principal del Palacio de Gobierno
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Llegada de las autoridades
El presidente de la Directiva Martín Juárez, Rolando Hervert, presidente de la Jucopo, y otros legisladores acudieron al lugar de los hechos junto con autoridades de Gobierno y de la policía, para evaluar la situación. Las pintas que dejaron en todas las paredes y pasamanos del Congreso del Estado reclaman abuso policiaco.
Se presume que se trata de la movilización que se ha gestado a nivel nacional contra las fuerzas policiacas por el brutal asesinato de Giovanni, albañil a quien le fuera quitada la vida a manos de policías del estado de Jalisco, ademas de resonar en solidaridad a la muerte del afroamericano George Floyd en Estados Unidos.
En las gráficas básicamente se observan jóvenes que pintarrajean la fachada del Congreso del Estado y que hacen explotar el interior de una unidad de la policía municipal con un petardo. Ademas, causaron graves destrozos al interior del recinto donde generalmente sesionan los diputados, a tal grado de que su herramientas de trabajo quedaron inservibles.
A la zona arribaron granaderos de la Policía Estatal para atender este acto de vandalismo y delincuencia, lo que produjo la detención de los diez jóvenes antes mencionados, entre ellos algunas mujeres.
En las paredes del Congreso del Estado se alcanza a leer "abuso de poder", y "corruptos". Familias enteras, incluyendo niños, fueron testigos de los disturbios. Desde diversas partes de la Plaza de Armas se alcanzaba a ver el gas lacrimógeno y se oían las bombas molotov.
En estos hechos una reportera de un medio digital resultó agredida y la despojaron de su equipo telefónico.