Hace 42 años Bogar tuvo su debut en la lucha libre potosina con el nombre de Venado; su vestimenta incluyó una máscara de material aborregado que obtuvo de un abrigo de su mamá; mismo que tomó sin permiso, al igual que la máquina de coser de su abuelita y fabricó, sin ningún conocimiento en costura, su primera máscara de luchador; hoy, 42 años después de su debut y con 35 años de experiencia en el diseño y confección de estos uniformes, es uno de los mascareros más reconocidos en San Luis Potosí, llegando a producir equipos para figuras de nivel y reconocimiento internacional.
“Tengo 35 años elaborando máscaras, equipos completos para luchador, un mascarero es la tradicional máscara, lo que se ha usado en la lucha libre mexicana desde que inició El Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, todos los luchadores más reconocidos a nivel nacional y mundial. La lucha libre mexicana es la más tradicional, la más vista, la más querida en todo el mundo, por las máscaras, lo vistoso de las máscaras. Me tocó ser parte de, y elaborar máscaras para los luchadores locales y a nivel nacional”, dijo el mascarero y luchador profesional.
Sobre los equipos y las máscaras
Bogar compartió que hay una gran variedad entre los equipos luchísticos que fabrica; desde quienes utilizan solo un calzoncillo, la máscara y rodilleras; hasta quienes utilizan mallas, butarga y máscaras muy elaboradas y vistosas; también están las licras olímpicas y otros vestuarios; sin embargo, la mayoría de los luchadores buscan siempre distinguirse por una máscara única, que transmita su personalidad y que provoque en el público un reconocimiento y favoritismo.
Esto lo entiende perfecto el mascarero y Bogar se encarga de ayudar a los nuevos luchadores a encontrar una máscara que lo represente; mientras que a los luchadores de más experiencia los apoya con los mejores materiales para que luzcan en el ring.
El tiempo de elaboración de las máscaras depende del grado de dificultad del diseño; sin embargo, toma alrededor de ocho días de trabajo el confeccionar una sola pieza; por ello, sus precios, para una máscara profesional, van desde los 950 a los mil 600 pesos. Los materiales incluyen telas como licra lamé, que es una de las favoritas de los activos en este deporte, por su calidad, brillo y facilidad tanto para trabajarla como al usarla.
“Una máscara laboriosa máximo ocho días, a veces puede ser rápido, pero al menos yo les doy un proceso de ocho días para que quede al cien por ciento la máscara y gustoso el cliente”, dijo Bogar; también mencionó que el público es el juez más importante, “son caras (las máscaras) pero el público que viene a vernos se merece eso; y creo que hay que darle una buena presentación a los equipos, a las máscaras, es parte de la magia de la lucha libre”, dijo.
Su trayectoria como mascarero de grandes figuras locales e internacionales
Desde el luchador más novato hasta máximos exponentes de la lucha libre, Bogar trabaja con la misma rigurosa calidad, esto le ha provocado una fama que le ha permitido crear máscaras para talento de talla internacional, como a los reconocidos luchadores Cibernético, Blue Demon Jr, Huracán Ramírez, Psicosis y Dos Caras; además de exportar muchos de sus trabajos fuera del país.
“He mandado máscaras a Estados Unidos y creo que es parte del trabajo, a Huracán Ramírez, es muy satisfactorio tener grandes estrellas de la lucha libre dentro del programa de mascarero”, compartió.
En tanto, a los luchadores potosinos a los que le ha trabajado, que son la mayoría, se jactó; mencionó a algunos como Bogar Jr., su hijo; Turbo, Panther, Rayo de Plata, por mencionar a algunos.
Pero, ¿Cómo inició su gusto por este oficio?
Bogar relató que desde pequeño le agarraba la máquina de coser a su abuelita, sin permiso; después, cuando ya tenía un año entrenando lucha y estaba próximo su debut, tuvo la intención de hacer sus primeras máscaras, pero no tenía ningún conocimiento de costura.
“No sabía nada de costura, pero por eso le agarraba la máquina y empezaba a hacer mis pininos. Llegué a tijerearle un saco, como de borreguito, a mi mamá, de ahí saqué dos máscaras. Empecé yo como el venado y mis máscaras yo las hice. En todo lo que tengo de carrera que son ya 42 años de luchador profesional siempre las he hecho yo”, reveló.
Este famoso mascarero indicó que es un apasionado de su trabajo y que lo seguirá haciendo el tiempo que pueda; además de entrenar y luchar como uno de los mejores exponentes de este deporte en San Luis Potosí.