La vialidad de la capital potosina colapsó este miércoles con una serie de bloqueos que afectaron, principalmente, las zonas centro y oriente, incluyendo la Zona Industrial, principalmente por policías y agentes del Ministerio Público que exigen se cumpla con un ajuste salarial y otras demandas, así como por vecinos de diferentes colonias por peticiones de infraestructura.
La víspera, los integrantes de la Asociación de Ministerios Públicos, Elementos Investigadores, Científicos y Preventivos del Estado ya habían protagonizado un bloqueo en el distribuidor vial “Benito Juárez”, la tarde-noche del martes, y por la mañana y tarde de este miércoles hicieron lo mismo pero en la carretera 57, a la altura de la plaza comercial Sendero.
Más tarde, alrededor del mediodía, pararon el tráfico en el cruce de Eje Vial e Insurgentes, frente al edificio de Seguridad Pública; una manifestación similar se replicó en el municipio de Ciudad Valles, en el bulevar México-Laredo, que también generó severos embotellamientos.
Por si fuera poco, integrantes de la llamada “Organización Democrática de Gestiones” bloquearon el puente de avenida Universidad, frente a la alameda “Juan Sarabia”, por desatención a planteamientos al gobierno estatal de diversas demandas de electrificación, de pavimentación y de drenaje y agua en diversas colonias de la capital, de sus delegaciones e, inclusive, de municipios como Villa de Zaragoza.
Una más: En la autopista Villa de Arriaga-La Pila, ejidatarios se manifestaron para exigir el pago de terrenos para la construcción de la carretera de cuota.
Adriana Moya, representantes de policías y agentes del Ministerio Público, sostuvo una entrevista telefónica con el gobernador Juan Manuel Carreras, en la que éste le suplicó retirar los bloqueos y acudir a su oficina para dialogar, a lo que ella se rehusó, alegando que solamente se retirarían una vez que se depositara el recurso para sus salarios y se mostrara la póliza del seguro de gastos médicos para sus agremiados.
Con excepción de la llamada telefónica que recibió, lamentó que ninguna autoridad se acercara a ellos. “El recurso ya lo tenían; ahora están por irse y quién se va a llevar nuestro dinero?”, se preguntó.
Evidentemente, la restricción a la movilidad en los diferentes puntos de la ciudad generó embotellamientos que agentes de la Policía Vial no pudieron desactivar ante escasas vías alternas -el bulevar del río Santiago está vedado por las lluvias y desfogue de la presa San José-, pero también provocó el enojo y desesperación de automovilistas y usuarios del transporte urbano que o llegaron tarde a sus destinos o no pudieron ni acercarse.