No es un secreto, menos una fórmula mágica el ingrediente con el que Enrique Francisco Galindo Ceballos ha gobernado la capital potosina en este primero de tres años: Es la participación ciudadana o, como dice él, “metimos una gran cantidad de ciudadanos a trabajar a la ciudad”. “Hay ahora canales de comunicación directos y, lo principal, ciudadanos son los que deciden cómo distribuir los recursos, las obras a realizarse y que más tarde supervisan. Le llamamos construir ciudadanía”, detalla.
Las 284 Juntas de Mejoras, hoy con el nombre de Juntas de Participación Ciudadana, dejaron de ser un bastión político-electoral para que sus casi tres mil ciudadanos se involucraran en el quehacer de la administración, sin contar que cada obra pública tiene un comité ciudadano de supervisión o los 52 integrantes del Consejo de Desarrollo social que es “el que a mí me autoriza la inversión de recursos”. No olvida mencionar a los más de mil 600 promotores culturales. Pero también, reconoce, hay que retribuir; en este sentido, recordó la modificación a la Ley de Ingresos para que en materia de predial “el que valga más su casa, pague más, y la que valga menos, pague menos”, en una especie de subsidio cruzado, pero con el incentivo -un “ejercicio de justicia”, dice- de que las zonas que más pagaron y están al corriente, mayor obra se hace. “Es decirle a la gente, mira aquí están tus impuestos”.
“VIALIDADES POTOSINAS”, PUNTA DE LANZA
Galindo Ceballos no deja de tener en la mira uno de los principales objetivos: Ordenar la ciudad. “La hallamos en abandono, con un crecimiento desordenado y con habitantes con poca confianza en la autoridad por incumplimientos; el reto es convencer a la gente que estamos trabajando…”.
En entrevista con EL SOL DE SAN LUIS, Galindo Ceballos reconoce lo que se ha logrado hasta ahora en un año de administración pero también lo que falta por hacer y lo que la ciudadanía requiere.
En este sentido, se sorprende que la atención al mal estado de las calles (baches) se colocara en el primer lugar de las peticiones, antes de seguridad pública o el servicio de agua. Se concibió entonces el compromiso de repavimentar un millón de metros cúbicos de pavimento bajo el programa “Vialidades Potosinas” con una inversión de 520 millones de pesos, de los que en el primer año de gestión lleva 270 mil metros cuadrados de avance.
Menciona, la avenida Hernán Cortes -de cinco y medio kilómetros-, la avenida Ricardo B. Anaya –con sus 11 kilómetros- o la avenida Salk. Las obras incluyen modernización de alumbrado público, tomas de agua, drenaje, alcantarillado y señalética. Al respecto, también resaltó el rediseño del programa de alumbrado público, que ha mejorado sustancialmente la iluminación en la ciudad, en sus delegaciones y hasta en áreas donde se carecía del servicio -como el camino a la comunidad de Peñasco-, lo que ha cambiado el estilo de vida de muchas familias que hoy disfrutan de mejor alumbrado, lo que conlleva a una mayor seguridad.
POLICÍA FORTALECIDA MEJOR PAGADA
Aunque la seguridad pública pasó a segundo término en las exigencias de los potosinos, aplicó su experiencia en la materia. Recibió, dijo, una corporación policiaca “demeritada y lastimada”.
Hoy, elevada a Secretaría -con doble de presupuesto, con sus áreas especializadas como la ciberpolicía, atención a violencia de género, atención animal o justicia cívica- la policía municipal tiene hoy un espíritu institucional más fortalecido y se reforzó el lado humano,
“Era la policía más mal pagada; logramos elevar los salarios por encima de la media nacional, también se instituyó la entrega de estímulos mensuales –desde los dos mil hasta los 12 mil pesos, se selecciona al policía del mes que obtiene 30 mil pesos adicionales a su salario”, citó el alcalde. Resaltó también que los agentes hoy cuentan con mejor equipo y uniformes, y su capacitación es ahora de talla internacional.
MEJORAR INFRAESTRUCTURA HIDRÁULICA
En San Luis Potosí “la buena noticia es que hay agua, la mala es que no hay suficiente infraestructura”, expone tras reconocer que los problemas de abasto del vital líquido es de los temas recurrentes. Para aliviar la problemática se requiere una inversión “urgente e importante” de entre 800 y mil millones de pesos. En lo que va de la administración ya se han aplicado 150 millones de pesos, lo que incluye la rehabilitación de más de 130 pozos “que queremos estén funcionando permanentemente”, por lo que ahora se cuenta con un stock de refacciones que antes se carecía.
Hace hincapié en el programa “Fuga-Cero” que a unas semanas ha permitido la reparación de más de 600 fugas, o el “Cuenta Nueva y Borrón” que a la fecha lleva ya más de 40 mil contratos.
Debido a las constantes fallas del acueducto de El Realito, el Ayuntamiento capitalino ha realizado esfuerzos importantes para no dejar sin el recurso hídrico a los usuarios afectados, con la aplicación del programa emergente de abasto, que le ha costado la contratación de un centenar de camiones-cisterna.
CON AHORROS DISMINUYE DEUDA
Inevitable hacer comparaciones para notar los avances. El jefe del gobierno de la capital potosina recuerda que recibió una administración con una nómina excesiva, de casi siete mil personas y que al día de hoy se redujo a seis mil, por lo que dejó de ser una gran carga económica.
Otra: Recibió una deuda de casi mil millones de pesos, de la que 500 mil era con proveedores, lo que lastimó a muchos potosinos que vendieron algo al ayuntamiento y que alguien decidió ya no pagarles, y metió en crisis muchas pequeñas empresas.
“Hoy, con buena administración y gracias a los ajustes, prácticamente esa deuda desapareció; con los ahorros en gasto corriente, lo que se ahorró en nómina se pudo pagar deuda, hacer obra, fortalecer seguridad pública, invertir en infraestructura hidráulica…”.
Galindo Ceballos admite que ha sido satisfactorio su trabajo y el de sus colaboradores en este primer año, pero también hay todavía muchos retos que afrontar y qué aprender. “Hemos puesto a la administración pública en el camino para poder ordenarla”, confió.