“La vida es un regalo que se debe valorar, una oportunidad diaria que Dios nos da brinda”, dice con alegría Cynthia que a los 15 años de edad debió desenfundar su espada para pelear contra el cáncer.
Es originaria de la comunidad de Atlajque, Tamazunchale en la huasteca sur de San Luis Potosí, la mayor de cuatro hijos.
Su diagnóstico es Leucemia Linfoblástica Aguda que es un tipo de cáncer que comienza en la médula ósea y es la enfermedad relacionada al cáncer más común en niños menores de 20 años de edad.
Cynthia ha padecido todo tipo de sufrimientos, dolores en las piernas y en los brazos. Agrandamiento de los ganglios linfáticos, masas en el cuello, axilas, estómago, o ingle, llamadas también adenopatías. Está expuesta a episodios de fiebre sin causa aparente, pérdida de peso sin explicación, dolor en huesos y articulaciones, vómitos, falta de aliento al hacer actividades físicas y cansancio.
“Valoro cada instante de vida, por cada segundo le agradezco a Dios”, dice Cynthia visiblemente feliz por el apto que ha recibido de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) de San Luis Potosí quien la ha apoyado en su tratamiento e inclusive en sus estudios.
Ha pasado un años desde que le diagnosticaron cáncer y por falta de recursos sus padres no pudieron organizarle en ese entonces su fiesta de XV años, pero con el apoyo de Amanc vivió el sueño de toda adolescente, de tener su vestido, sus zapatillas y su fiesta.
“Estoy muy contenta, tengo 16 años y por fin pude tener mi celebración”, señaló Cynthia que a sus 16 años no le falta la fe, una guerrera que lucha todos los días y que sabe que pronto será una mujer sana, a raíz de su enfermedad su vida ha cambiado, pero no su fe, ni sus ganas de vivir.