El futuro de la industria automotriz definitivamente es apostar por el ensamble de autos eléctricos, algunas armadoras ya están empezando a migrar a nuevas tecnologías y a mover su cadena de suministro en este sentido, por lo que evidentemente el cambio ya está aquí y ha venido evolucionando rápidamente en los últimos años.
Señaló el director general del Clúster Automotriz de San Luis Potosí, Héctor Soto Aduna, quien comentó que de acuerdo con especialistas es probable que entre el año 2025 y el 2030 este cambio se vea más palpable, sin embargo consideró que esta transformación será de manera paulatina y los empresarios del sector tendrán que ir migrando poco a poco hacia ello. Por otro lado, algo que preocupa a las empresas es la velocidad con la que se está dando esta situación pues la cadena de suministro deberá moverse al mismo ritmo.
“Ahora se habla de los vehículos híbridos y eléctricos, pero recordemos que el cambio tecnológico es algo que se viene manifestando ya desde hace 25 o 30 años atrás; simplemente hay que recordar cómo eran antes los vehículos y cómo son hoy, se han venido sustituyendo materiales como el acero por el aluminio y luego por el plástico, ya los autos también empiezan a utilizar materiales compuestos al igual que lo hace la industria aeroespacial. Recordemos cómo subíamos y bajábamos el cristal, todo era manual y hoy es con un botón, muy próximamente estaremos evolucionando de los botones a algo digital como son las pantallas”, expresó.
Declaró que, a pesar de esta rápida evolución, aún existen retos importantes para poder contar con automóviles cien por ciento eléctricos en el mercado. “En primera es la autonomía del vehículo, porque ahorita los autos eléctricos sólo tienen un rango de entre 100 y 120 km por hora”, aunado ello está el tiempo que se tarda en cargar una batería, esto comparado con lo que rinde un tanque de gasolina y el tiempo que se tarda en llenar, pues todavía el cambio es muy lejano.
Otro factor importante son los costos de los autos eléctricos, ya que son muy elevados cuando los ponemos en contraste con los precios de un vehículo de combustión interna, y también ahora entra la cuestión del cuidado al medio ambiente sobre qué hacer con las baterías de los coches cuando se deban cambiar por otras.
Ante ello, Soto Aduna manifestó que aún hay mucho por hacer para poder incursionar completamente en este tipo de mercado, pero en definitiva las industrias ya avanzan en esa dirección, y poco a poco se irán externando estos cambios.