La pirotecnia, una tradición arraigada en las celebraciones, se ha convertido en una molestia para habitantes quienes por el ruido que esto presenta, afecta desde pacientes neurodivergentes hasta mascotas. Con la llegada de las fiestas patronales del Barrio de Tequisquiapan, que se celebrarán del 31 de agosto al 14 de septiembre de 2024, los residentes han manifestado su preocupación por los efectos negativos que estas actividades, particularmente el uso de pirotecnia, tienen en la comunidad.
El punto culminante de estas festividades, programado para el domingo 8 de septiembre a las 21:00 horas, incluye un castillo de pólvora acompañado de luces y música. Si bien para algunos este evento es un espectáculo esperado, para los vecinos de Tequisquiapan representa una fuente significativa de contaminación auditiva y atmosférica. Las explosiones de pirotecnia no solo generan ruidos que superan con creces los niveles seguros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que también contribuyen a la emisión de sustancias tóxicas que pueden causar irritación, daño pulmonar y otros problemas de salud.
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La comunidad ha expresado su preocupación por los impactos que estos ruidos tienen en personas vulnerables, como bebés, adultos mayores, y en animales domésticos, especialmente perros, que sufren de estrés y ansiedad debido a su alta sensibilidad auditiva. Además, en un contexto de inseguridad pública, los sonidos de las explosiones pueden ser confundidos con disparos de armas de fuego, generando miedo e incertidumbre entre los habitantes.
De acuerdo con la OMS, la explosión de un petardo puede generar entre 65 y 160 decibeles, niveles que sobrepasan el límite recomendable para la salud, fijado en 65 decibeles. Durante las festividades, los estruendos se convierten en una constante que impacta negativamente en la salud física y mental de los residentes del barrio, quienes deben soportar ruidos incesantes durante 24 horas.
Por estas razones, los vecinos del Barrio de Tequisquiapan han dirigido una solicitud formal al Presidente Municipal, pidiendo que, a través de la Dirección de Ecología, Bienestar Animal y Servicios Municipales, se tome acción para proteger su derecho a un ambiente sano y digno. En su petición, instan a que se exija a la Iglesia y a sus feligreses que se abstengan del uso de pirotecnia durante las celebraciones, ya que este tipo de artefactos contraviene la salud y bienestar de quienes habitan en esta histórica comunidad.
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