La muerte por aparente envenenamiento de un perro comunitario angustió este fin de semana a vecinos del barrio de San Juan de Guadalupe, tras señalar que no es la primera vez que un caso similar ocurre; la semana pasada, otro falleció a consecuencia de un balazo.

La angustia del vecindario se deriva porque existen otros perros en situación de calle que son procurados por ellos, es decir, los alimentan inclusive se paga por su atención médica cuando se les nota enfermos, y temen que también sufran el mismo fin.

Además, otros que dejan salir a la calle a sus mascotas o las sacan a pasear podrían tener contacto con algún alimento envenenado; se cree que fue en el jardín principal donde el lomito debió envenenarse, ya que su cuerpo fue encontrado en una calle aledaña.

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Indicaron que el perrito presuntamente envenenado había sido adoptado por una parte del vecindario; algunos solían llevarlo a sus casas pero le gustaba andar en la calle, además de que era muy dócil y no molestaba a las personas; los niños lo querían mucho.

Entre los vecinos ya hubo convocatoria para revisar cámaras de videovigilancia particulares, y detectar a la o las personas que incurrieron en ello, aunque no es la primera vez que se detecta una acción similar, por lo que hay intenciones de proceder de forma legal, por lo que ya buscan asesoría para ello.

Relataron que el lunes pasado una mascota con dueño fue hallada muerta por un disparo de arma de fuego; sin embargo, el responsable no ha sido identificado pero se sospecha de malvivientes que rondan la zona.

En marzo pasado, los mismos vecinos alertaron sobre un individuo que torturaba perros comunitarios y algunos de casa, que se encontraba a su paso; el agresor no fue identificado como habitante del barrio en algunas videograbaciones que se pudieron lograr de él.

La queja de los vecinos destacaba que varios perros en situación de calle o comunitarios habían amanecido con severas lesiones, incluso uno perdió un ojo, pero tras esa denuncia ya no volvió a al sector.

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