Vecinos de El Morro, viven acostumbrados a olores nauseabundos

Es normal según algunos personas cuestionadas, tanto para vecinos de la zona, como para quienes es paso obligado para llegar a la calle principal de la colonia

Paula Montero

  · lunes 4 de febrero de 2019

“Ya nos acostumbramos”, fue la respuesta de quienes viven a un lado del canal de agua negras a cielo abierto que pasa por la calle Mariano Matamoros, aunque el olor sea nauseabundo, ya forma parte del estilo de vida de la zona.

Se trata de un río de sustancias residuales que aparecen formando parte de los líquidos cloacales y que ha estado presentes por varios años con la aparición de malos olores las 24 horas al día y con apariencia física desagradable.

El anterior panorama es normal según algunos personas cuestionadas, tanto para vecinos de la zona, como para quienes es paso obligado para llegar a la calle principal de la colonia El Morro, el olor es lo de menos, les preocupa más pasar de noche por los canales porque no hay alumbrado público.

Y es que, dónde está ese tramo de canalón a cielo abierto, es un paso peligroso de terracería rodeado de árboles que de alguna manera disimulan el muladar del sitio, no así los olores fétidos que de ahí emanan.

Los vecinos de la zona indicaron que han solicitado en varias ocasiones la intervención del Ayuntamiento de Soledad, pero la respuesta que han recibido es que esta problemática es responsabilidad de los ejidos que reciben ésta agua para riego.

Es de señalarse que estos canales no son de la competencia directa del gobierno municipal ni del organismo Operador Intermunicipal de Agua Potable y Saneamiento Interapas, dada su función que consiste en irrigar áreas de cultivo en la zona rural del municipio.

En Tanlajás se presento un proyecto para colocar alumbrado LED, pero el costo se infló en mas de un 1000 por ciento, por lo que se ha solicitado que se investigue y se proceda en contra de quienes resulten responsables

Al parecer, los ejidatarios han desatendido éste canalón que pasa por la colonia en mención, pues no cuenta con lozas de concreto que eviten, el menos, el mal olor, y se ubica cerca del primer cuadro del municipio.

Mientras tanto los vecinos lo único que hacen es aguantar la respiración a su paso por el sitio, y para quienes viven a pasos del canal, cierran puertas y ventanas cuando el olor es muy fuerte, nada más.