Vecinos del fraccionamiento Villa María, en el norte de esta capital, solicitaron la intervención de las autoridades para terminar con el riesgo que les representa una finca en obra negra, abandonada desde hace varios años, que se ha convertido en refugio de malvivientes.
El inmueble, de dos pisos -el segundo a medio terminar- ha servido para que delincuentes hagan de las suyas, como drogarse y sostener relaciones sexuales con compañeras, además de protección después de cometer delitos en los alrededores. Se ubica en la calle principal del fraccionamiento.
Solicitaron que el Ayuntamiento de la capital indague y de con el paradero del propietario del lugar, y lo obligue a terminar la obra o coloque alguna protección para impedir sea invadido.
De lo contrario, dijeron, ellos mismos se encargarán de derribar la finca, que fue abandonada desde hace cinco o seis años, por lo menos.
Debido a que está sin terminar y no cuenta con puertas ni ventanas el acceso al inmueble es fácil; en su interior puede verse evidencia de que con frecuencia ha sido ocupada por malvivientes, que han dejado restos de botellas de bebidas alcohólicas, de alimentos y otros. Las paredes están grafiteadas.
Los afectados señalaron que en Villa María vive mucha gente que sale muy temprano a trabajar, y que varios de ellos han sido asaltados por sujetos que han visto correr y refugiarse en la citada vivienda abandonada.