La discriminación, el acoso y principalmente el rechazo, han generado que en lo que va del 2018 se registren ya al menos siete casos de suicidio de jóvenes de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), quienes son rechazados por sus propias familias al conocer sus preferencias sexuales.
Así lo comentó Paul Ibarra, presidente del colectivo Red de Diversificadores Sociales en San Luis Potosí, luego de lamentar innumerables casos de violencia intrafamiliar contra jóvenes LGBTTTI, a quienes en muchos casos expulsan de sus casas y éstos terminan en la calles golpeados y siendo víctimas de una violencia mayor.
Hay muchos casos que no son públicos porque suceden al seno de las familias pero están ahí, en otros casos en las propias familias los y las jóvenes de este sector son víctimas de sus propios familiares de ‘violaciones correctivas’, en las que obligan a los jóvenes a sostener relaciones sexuales tratando de ‘corregir’, sus preferencias sexuales
Ante esas situaciones, jóvenes que inicialmente no saben cómo lidiar con sus preferencias ante sus propias familias, este año al menos siete han optado por el suicidio, cifra que ya iguala a la registrada en 2017, por lo que consideró urgente necesidad de crear ambientes favorables para jóvenes LGBTTTI a nivel de comunidad familiar y también en colonias.
Hay un clima de violencia simbólica que sigue presente en la sociedad y aunque si bien no es visible si se siente en la comunidad, ya que aunado al rechazo y a todas las situaciones que viven al interior de sus propias familias, este sector debe lidiar también con conductas homofóbicas en ambientes fuera del hogar.
Otro tema es el acoso escolar, “tenemos documentado que es la segunda causa de deserción escolar, los niños niñas jóvenes se salen principalmente de secundaria porque no soportan el acoso y violencia de sus propios compañeros por su orientación sexual o por su apariencia no tan masculina o no tan femenina y aunque no siempre o casi nunca se presentan denuncias se desconoce un número exacto de casos, que sí son muchos”.
Paul Ibarra dijo que de 10 personas de la comunidad al menos seis son víctimas de acoso y rechazo, “al menos el 60 por ciento de la población LGBTTTI asegura que en su casa y escuela ha sido discriminada, lo cual representa una cantidad muy alta, en este tema la CONAPRED en su encuesta de discriminación dice que el 44 por ciento de las familias no aceptarían vivir en su casa con una persona homosexual, lo que refleja que casi la mitad de la población no está dispuesta a convivir con una persona con esas características”.
Paul Ibarra hizo énfasis en que han ido cambiando las formas de acoso y violencia hacia la comunidad, “la discriminación es ahora más sutil, más disimulada aunque hay casos extremos, y cada vez son más los grupos que surgen y que están en contra de la comunidad”.