Contar con un organismo operador de agua eficiente y que funcione, que sea transparente que permita dar un servicio de calidad a los usuarios, esa es la indicación del Presidente Municipal y presidente de la Junta de Gobierno de DAPAS, Adrián Esper Cárdenas.
Así lo informó Marco Antonio Guillén Rivera, director de DAPAS, quien explicó que a 14 días al frente del organismo aún siguen con revisiones de la “entrega-recepción”, y hasta la fecha la deuda que arrastra la DAPAS asciende a los 34 millones de pesos, pero falta aún sumar lo del IMSS que se está finiquitando, además falta lo que va a impactar lo que ya se firmó de algunas situaciones con el Sindicato que va a incrementar la deuda.
Afirmó que en el aspecto financiero se recibieron muy “descalabradas” las finanzas del organismo, y tenemos en breve pago de aguinaldo, el pago de ISR y cosas acumuladas que hacen imposible cumplir situaciones que se vienen, en lo cual ya se trabaja.
Guillén Rivera, señala que el problema es que aumenta la “deuda” pero no los ingresos, porque siguen siendo los mismos y para este año se plantea un incremento del 5% de la tarifa, lo que es poco, comparado con los incrementos en la energía eléctrica que de un año a otro aumentó 76% las tarifas, lo que reafirma que hay un gasto fuerte y los ingresos son los mismos.
De la deuda de 34 millones de pesos, corresponden 16 millones de ISR, 3.5 millones de proveedores, entre otros conceptos de deuda, mientras que la nómina de trabajadores es poco más de $2 millones, de energía eléctrica 2.5 millones de pesos, mientras que los Ingresos de DAPAS al mes apenas llegan a los 8 millones de pesos.
Tiene 189 trabajadores sindicalizados de 261, sólo se han podido liquidar a 5 personas de primer nivel, reconoció que se va llevar un tiempo poner orden en este organismo, donde todos debemos contribuir para sanear a DAPAS, con acciones para detectar tomas clandestinas, fugas de agua, mientras que los empleados de confianza tenemos que poner de nuestra parte, se tiene que adelgazar la nómina, hay gente que comprende y aceptan su liquidación ante la Junta de Conciliación.
Actualmente se tienen 72 empleados de confianza y buscan reducir el número para bajar la nómina, y se negocia para que las liquidaciones salgan en partes, encontrando disposición de los trabajadores quienes están conscientes que no hay recurso disponible.