Los ríos de la huasteca han sido contaminados durante mucho tiempo con metales pesados. Por tal razón, se considera como una zona de alto riesgo, lo cual se ha denunciado reiteradamente. Sin embargo, las autoridades han hecho caso omiso a esta situación, que se agrava con el paso del Urge que se haga algo al respecto.
De acuerdo a lo mencionado por el presidente de la Asociación Civil Proyecto Verde, Fernando Domínguez Córdoba, quien señala que en esta parte del estado, se enfrenta un grave riesgo, derivado de los metales pesados que se encuentran en los afluentes, a causa de los desechos que las empresas e ingenios arrojan a los ríos de manera deliberada. Ninguna autoridad hace algo por evitarlo, por ello es que la situación se considera grave y de riesgo.
Lo que deben entender y atender las autoridades y la misma población es que los problemas de salud provocados por metales pesados no se pueden ver, ya que se acumulan en el organismo y a la larga provocan cáncer. Debido a ello ninguna autoridad lo ve como una prioridad, empero es menester actuar de manera inmediata para evitar daños más graves a la salud de la población.
Una prueba de lo anterior es que con base en los análisis que se hicieron al río Gallinas, tras la contaminación que sufrió por parte del ingenio Alianza Popular, de Tambaca, fueron enviados a Canadá por parte del Colegio de Agrónomos y el resultado es que se encontraron metales pesados que son altamente cancerígenos, difícil de excretar por los seres vivos y es un “punto rojo” que tiene que atender la autoridad correspondiente y evitar un problema grave para la ciudadanía.
Calificó este problema como algo “delicado”, porque a pesar de esto, ninguna autoridad quiere actuar, el modo de operación de las empresas y de las autoridades es el mismo, lo que puede traer como consecuencia, un daño irreversible a la flora y la fauna de la región y afectar también los afluentes, porque si no se detiene por parte de las autoridades la contaminación en los ríos, la zona será un grave problema para las autoridades en general.
Las organizaciones ecologistas, los grupos y las personas luchan porque toda la Huasteca esté verde, con agua limpia, pero no es así, porque se ha regresado tal y como estábamos hace 30 años, con descargas directas al río, con empresas que no tienen equipos anticontaminantes y las consecuencias ya se empiezan a sentir, por lo que se debe hacer algo urgente, pero con la participación de la ciudadanía y llamar la atención de los gobiernos en todos sus niveles.
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