La cuenta pública de Tanlajás, no fue aprobada por la Auditoría Superior del Estado (ASE), al realizar la verificación a las cuentas públicas de los Ayuntamientos de todo el Estado y la de este municipio fue rechazada porque se encontraron obras inconclusas y otras en proceso sin que se tenga fecha para que sean terminadas.
Estas irregularidades corresponden al tiempo que estuvo como Presidente Municipal, Domingo Rodríguez Martell, que dejó obras sin terminar, como son: Planta alta del Palacio Municipal; Albergue estudiantil; Casa de la Cultura San Nicolás; Aulas en escuela primaria de la comunidad “La Cebadilla”, de las cuales el recurso público fue etiquetado, más aún no han sido concluidas en su totalidad.
A la vez se conoció que una de las obras que fueron concluidas y no funciona, es el tanque elevado en la comunidad “Quelabitadz” Calabazas, donde se invirtieron cerca de 500,000.00 pesos, por lo que ante esto, la ASE tomará las medidas en base a la ley, en contra este funcionario, el cual ese señalado de haber malversado los recursos públicos.
Es de señalar que Rodríguez Martell, ha mencionado en diversas ocasiones que su administración pública siempre ha ayudado a sus hermanos indígenas, pero la realidad es otra, porque hay muchos señalamientos en su contra de parte de grupos étnicos, quienes denuncian que únicamente los utiliza a su conveniencia personal, como cuando fue Alcalde, cargo que le confirió la ciudadanía y solamente lo utilizó para saquear al pueblo.
También es señalado de haber utilizado el poder para intimidar a aquellos que eran sus adversarios políticos, y aunque llevó a cabo obras, éstas sólo beneficiaron a quienes él quiso y no a la población en general, por lo que se pide a la ASE que se haga una revisión más exhaustiva a la Administración de Rodríguez Martell para que salgan a la “luz pública” todas las irregularidades en que incurrió.
Incluso aseguran indígenas, que en tiempos de campaña utilizó recursos de la Administración Municipal, para buscar reelegirse como alcalde de Tanlajás, pero sin embargo ya no le apoyó la gente, pese a que él y su gente regalaron láminas y diversos materiales de construcción a las personas de diversas comunidades, todo porque le dieran al voto.
Lo que repartió en campaña fue con cargo al erario público, aún y cuando dejó a otra persona en la Presidencia, porque por ley no podía atender a la gente, la cual ya no le dio el voto al conocer el desvío de recursos para conseguir el voto.