Michelle Rivera Terán y Andrea Franco Carrera estudiantes de octavo semestre de la Licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles, en la Facultad del Hábitat de la UASLP, fueron seleccionadas como becarias por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para realizar prácticas profesionales en zonas arqueológicas de conservación importantes del país. Debido a ello Recibieron reconocimiento del INAH.
La Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, a través de la Subdirección de Conservación Arqueológica, lanzó hace un año, la convocatoria a profesionales en formación en el campo de la conservación de bienes culturales, interesados en ampliar sus conocimientos en conservación arqueológica in situ, para que participaran en el programa de prácticas profesionales 2019.
Las estudiantes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, decidieron participar en el programa febrero- junio 2019. El esquema constó de un módulo teórico impartido en la Ciudad de México y cuatro módulos prácticos integrados en el marco de las temporadas de campo de los proyectos de conservación arqueológica in situ de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).
En entrevista, Michelle Rivera Terán, explicó que se trató de un curso optativo de prácticas profesionales y conservación arqueológica, dividido en cuatro módulos, el primero teórico con repaso de algunas cuestiones vistas en la carrera, así como adquisición de nuevo aprendizaje. Las actividades se encaminaron a la prevención y estabilidad de los bienes muebles o elementos decorativos de las zonas.
A su vez, Andrea Franco, indicó que estuvieron entre dos y tres semanas en cada módulo: Proyecto de conservación e investigación de la pintura mural y otros acabados arquitectónicos de la zona arqueológica de El Tajín, Veracruz; Proyecto de conservación en la zona arqueológica de El Balam, Yucatán; Proyecto de Conservación en el sitio rupestre El Ocote, Aguascalientes; y Proyecto de conservación en la zona arqueológica de Monte Albán, Oaxaca.
“En El Tajín obtuvimos como atención cuatro cabezales del juego de pelota 13 y 14; en la zona arqueológica de El Balam, Yucatán, atendimos algunos cuartos de la Acrópolis; en El Ocote, seguimiento a las acciones de mantenimiento que se le ofrece anualmente, en esta ocasión en su séptima temporada, como resultado tuvimos la protección de estructuras arquitectónicas; en Monte Albán atendimos El Observatorio, específicamente unas piedras grabadas llamadas Lápidas de la Conquista”.
Las universitarias coincidieron que fue una grata la experiencia, lo aprendido pues les representó viajar a otras ciudades, encontrarse en sitios patrimonios de la humanidad. Asimismo, aprovechar la convivencia con los compañeros de trabajo. Esta es la primera ocasión que llega a acabo esta convocatoria, e ingresó como opción de movilidad debido que abarcó todo el semestre.
El cupo de las becas sólo fue para cinco personas, sin embargo sólo se aceptó a cuatro participantes, dos de la UASLP y dos más de la Escuela de Conservación del Occidente, (ECRO) en Guadalajara debido a que fueron las que cumplieron con el perfil solicitado.
Actualmente se tiene la expectativa de que se pudiera ofertar la beca de nueva cuenta para que más jóvenes puedan vivir la experiencia y participar del cuidado del patrimonio mexicano.