Estudiantes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, UASLP, estuvieron interviniendo algunos de los monumentos instalados al interior de la Facultad de Ingeniería para concientizar a la población sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, con motivo de la conmemoración del 25 de noviembre.
Las alumnas se organizaron con la Defensoría de Derechos Universitarios para modificar las estructuras más conocidas para que los jóvenes se cuestionaran el motivo o las razones por las que intervenían los objetos ya conocidos, la idea era inquietarlos y llamarlos a reflexionar sobre la erradicación de la violencia de género.
Carolina Olvera Castillo de la Defensoría de Derechos Universitarios de la máxima casa de estudios junto con cuatro estudiantes y dos maestras, estuvo llevando a cabo esta actividad "es una estrategia de dos vías donde estamos construyendo la política institucional para la erradicación de la violencia en la universidad y la igualdad sustantiva, y se hace una intervención y performance donde queremos que se intervenga el espacio de una manera en la que llame la atención de las personas que las personas se pregunten qué está sucediendo, y en ese mismo momento darles información sobre el diagnóstico de violencia que se realizó durante los dos últimos años, es sobre violencia a las mujeres".
Se taparon las estructuras para que los estudiantes y trabajadores de las distintas áreas de las universidades participen y comuniquen desde distintas formas sobre este tema, "lo que queremos es que no normalicemos lo que está siempre, porque la violencia es la forma más normalizada de atacar a las mujeres y queremos que desde la política institucional se tomen medidas para que radiquen la violencia y podamos vivir en lugares de paz".
En el diagnóstico de violencia que hace este organismo de la máxima casa de estudios indica que 41.2 por ciento de los hombres y el 58.8 por ciento de las mujeres ha vivido violencia. La de tipo sexual es la que presenta una mayor proporción con 47.2 por ciento, luego la violencia física y psicológica con 43.3 por ciento, seguida de la violencia digital con 36.4 por ciento y finalmente la violencia económica y patrimonial con 22.6 por ciento.
Se llegó a la conclusión que los alumnos más violentados se ubican en la Facultad de Ingeniería, en la Facultad de Contaduría y Administración, en la Facultad de Derecho, en la Facultad de Ciencias Químicas, en la de Ciencias Sociales y Humanidades, en la Facultad de Enfermería y Nutrición, pero también se señalan a otras instituciones.
También se destaca que en los espacios donde se vivió la violencia contra los estudiantes es básicamente dentro de las instalaciones universitarias y quienes más ejercen la violencia hacia los alumnos, son los propios compañeros, profesores, directores, personal administrativo, y algunos trabajadores de grados superiores.
Han hallado que los motivos percibidos de la violencia hacia los estudiantes tienen como sello característico el hecho de ser mujer o ser hombres, estudio socio económico, tono de piel, orientación sexual, tener discapacidad, religión, identidad o expresión de género, complexión y etnia.
Quienes se atrevieron a denunciar, señalan que los han encerrado intencionalmente en algún espacio físico de la Universidad, por ejemplo el salón de clases o el baño, los han agredido físicamente por su orientación sexual, identidad de género, por ser mujer u hombre, por su tono de piel, pertenecer a una etnia o una religión, los han amenazado con algún objeto, los han jalado de la ropa o cabello, los han golpeado, pateado, rasguñado, pellizcado, empujado intencionalmente con el pretexto de que estaban jugando y los han forzado a saludar de mano, beso o abrazo a alguien.