“Esta contingencia que estamos viviendo en lo personal, en lo familiar, en lo laboral y en todos los demás aspectos de nuestra vida, nos debe dejar una lección, es tiempo de ir adentro de nosotros mismos, de tener un tiempo de reflexión, de olvidarnos de lo material, de lo mundano, es tiempo de dejar nuestro egoísmo, soberbia, vanidad, frivolidad, pereza, avaricia, excesos, tibiezas, desenfrenos, afán de poder, que nos llevan a cometer graves errores en nuestra vida que muchas veces no sabemos reconocer con humildad”.
Así lo señaló el Sacerdote Diocesano, Presbítero Rutilio Arredondo Buenrostro en entrevista exclusiva con “El Sol de San Luis”.
“Esta emergencia sanitaria que nos pide quedarnos en casa encerraditos, nos da la oportunidad de reflexionar profundamente cada día y analizar nuestras debilidades humanas, errores, defectos, pecados que no hemos podido superar, y todo aquello que nos aparte de los caminos que nos llevan a Dios”.
“Esta contingencia nos puede enseñar mucho y debemos aprender lo mucho que podíamos hacer y disfrutar y lo mucho de lo que disponíamos y ahora, --con drásticos cambios--, debemos valorar más a la familia, nuestra casa, nuestras relaciones de pareja, nuestro trabajo, nuestras amistades, tratando de ser mejores, esforzándonos por crecer en todos los aspectos de nuestra vida, porque todos hemos fallado en algún momento de nuestra vida, sea de una forma o de otra”.
Indicó el Sacerdote: “Es tiempo de reflexionar y de valorar la vida misma, de reconocer que somos débiles y necesitamos cambiar de vida, es un llamado de atención para todos, para reconocer que somos débiles, pecadores, que somos humanos y que son nuestras malas actitudes y graves errores, los que nos hacen terminar mal, como el hecho de atentar contra la naturaleza, contra la vida humana, contra la ecología o de desperdiciar los recursos naturales o atentar contra la dignidad de una persona, jugándola o criticándola sin fundamento”.
“Ahora debemos valorar más lo que somos y las muchas bendiciones que Dios nos concede cada día y que pasamos desapercibidas sin ni siquiera agradecerle”.
“Debemos mostrar arrepentimiento de corazón y un verdadero y profundo cambio de actitud, sobre todo en esta Semana Santa que comenzamos este Domingo de Ramos, celebración que nos encamina a vivir de la mejor manera posible la Pasión del Señor Jesús”.
“Recordemos que cada quien puede vivir en su hogar una Semana Santa muy emotiva y bonita, de tal forma que se practiquen en familia los valores auténticos del Evangelio de Cristo, como es el amor, la comprensión, el perdón, la caridad, las Obras de Misericordia espirituales y corporales, ayudando a quien más lo necesite, no sólo en el aspecto material o económico, sino apoyando de forma espiritual”.
“Este año vamos a celebrar el Domingo de Ramos, “La Entrada Triunfal de Jesús a Jerusalén” y vamos a conmemorar --ya desde este día-- la Pasión de Nuestro Señor--, de ahí que se lean los dos Evangelios resumidos, pero lo haremos de forma muy breve y en concreto, máximo en media hora, porque así nos lo han pedido las autoridades Sanitarias. No se leerán las 2 primeras lecturas ni el Salmo, únicamente los Evangelios, una breve homilía, la Consagración, oraciones elementales de la Santa Misa y la Comunión”.
Indicó: “Así se estarán celebrando todas las Festividades pertinentes a la Semana Santa, para que no pasen desapercibidos estos días tan trascendentes e importantes en los que conmemoramos el Triduo Pascual o Triduo Sacro, que inicia el Jueves Santo y termina el Sábado Santo con la Vigilia Pascual, es decir, con la Celebración de la Pascua de Resurrección de nuestro Señor Jesucristo”.
Concluyó el Pbro. Rutilio Arredondo Buenrostro, a quien agradecemos su buena disposición para atender a su periódico “El Sol de San Luis".