Unidad de Gestión era buena estrategia pero falló: empresario

Aunque la Unidad de Gestión del Centro Histórico es una buena estrategia para el mejorar la calidad primer cuadro de la ciudad, desafortunadamente la actual administración municipal no quiso escuchar lo que desde la iniciativa privada se propuso sobre la manera en que este organismo debía operar, por ello no funcionó.

Así lo manifestó Alejandro Pérez Rodríguez, empresario potosino y expresidente de la Canaco-Servytur, quien lamentó que no sólo las calles del Centro Histórico lucen invadidas por comerciantes informales, sino que ya se ha vuelto común ver ambulantes por toda la ciudad, “avenidas donde no había ni un solo ambulante, ahorita ya están llenas”.

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Señaló que, si de por sí hay muchos negocios establecidos que han cerrado por la crisis económica a causa de la pandemia, la falta de ordenamiento del ambulantaje les viene a afectar mucho más, pues el comercio informal es una competencia desleal para todos los que sí pagan impuestos y cumplen con sus obligaciones.

“Lo dijimos desde el principio, la Unidad de Gestión nació mal, sí es una buena estrategia para mejorar la calidad del Centro Histórico pero desgraciadamente la actual administración municipal no escuchó lo que nosotros propusimos, principalmente sobre cómo debería trabajar la Unidad de Gestión”, expresó.

Por otro lado, consideró que la renuncia de Rocío Zavala García a la dirección de la Unidad de Gestión, y el nombramiento de un nuevo representante sólo es una pérdida de tiempo, pues “lo único que están haciendo es comerse el tiempo, se va a acabar la administración y no van a hacer absolutamente nada”.

“Creo que esta administración municipal salió peor que las anteriores por 10 veces más, me extraña que se quiera reelegir cuando realmente no cumplió en la primera enmienda”, agregó.

Finalmente recordó que, como siempre lo han dicho, lo que se busca no es acabar con los ambulantes, sino que, lo que se espera de la autoridad y de la Unidad de Gestión es que haya un control del comercio informal, “que exista un orden y un respeto hacia nuestros calles, pues no son de ellos (de los ambulantes)”.