Una de cada 30 personas es migrante, así lo señaló la doctora en historia Pilar Guadalupe Cruz Zúñiga, quien estudia los procesos migratorios en América Latina y México, y quién brindó la conferencia "Procesos migratorios, control y Derechos Humanos", por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y quien además apunto que hoy día existen un total de 281 millones de personas migrantes internacionales en todo el mundo.
Esta estadística, mencionó la experta, abre un panorama acerca de la movilidad humana y los procesos migratorios, de los cuales señaló siempre han estado presentes en la historia de la humanidad, pues el ser humano tiene una condición migratoria que utiliza como una forma de supervivencia.
"Desde que el ser humano está en el planeta Tierra, la condición migratoria ha sido parte de su forma de sobrevivir, dónde se ha estado dirigiendo a regiones o ciudades, hasta llegar a encontrar condiciones adecuadas de existencia. Entonces hay que hablar de este proceso que no siempre podemos situar como un fenómeno, pues las personas se ven motivadas, o bien, a veces, en sus condiciones son forzadas y dejan sus localidades de origen, por eso también señalamos que esta movilidad humana tiene estas dos condiciones", dijo.
La especialista remarcó que desde los años 1980 los flujos migratorios dentro de los países de América latina, se dieron bajo condiciones de violencia, crisis económica e incluso la demanda de mano de obra en los Estados Unidos de América.
Sobre esto último Cruz Zuñiga enfatizó que las y los migrantes son un agente que potencia el desarrollo de sus propias sociedades, y por ello la importancia de no criminalizarles, para que no sean víctimas de la discriminación y xenofobia.
"Por ello es importantísimo que exista está perspectiva crítica de Derechos Humanos, sobre todo porque nos va a ayudar precisamente a cuestionar todas esas estructuras que están generando esas desigualdades en las sociedades, sino también en las del destino, porque más allá del tránsito migratorio, pues tendríamos que pensar qué podemos hacer o qué pueden hacer las instituciones para mejorar las condiciones de vida de quienes llegan, pero sobre todo de la sociedad en general para evitar el racismo y xenofobia", explicó.
Por lo que la doctora subrayó que, las instituciones en este caso, deben construir una visión, una acción desde el acompañamiento, para garantizar la dignidad de las personas migrantes.
"En México se debe garantizar que se haga el control migratorio en forma adecuada, es un reto actual, mejorar sus condiciones económicas, ay mejorar las condiciones de las personas en su tránsito por México", apuntó.