Aunque la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) desaparezca con el nuevo gobierno federal, lo importante es que mantenga la atención a los pueblos originarios, manifestó Raúl Olivares Morales, delegado de la CDI en San Luis Potosí.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el delegado de la CDI indicó que entre los retos que se tienen en este sector, está el de mejorar la calidad de vida de las comunidades, y que no se disminuya el presupuesto para impulsar esas acciones.
Precisó que en el caso de la mejora en la calidad de vida de las comunidades indígenas, es necesario trabajar de común acuerdo con ellas, “no podemos hacerlo como instituciones sino que las comunidades deben ser autogestivas (sic) y los gobiernos ser facilitadores”.
Mientras que en el caso del presupuesto, reconoció que los recursos “siempre van a ser insuficientes para el desarrollo”, de ahí que el reto es que cualquier gobierno que entre, mantenga o aumente el presupuesto destinado a la atención de los pueblos originarios y que no lo disminuya.
Cuestionado respecto a la intención de Andrés Manuel López Obrador respecto a desaparecer la CDI, Olivares Morales señaló que si bien se puede trabajar con un enfoque distinto, “lo importante es que la atención siga, que los pueblos originarios tengan la misma atención”.
En ese sentido, destacó que la base de la Comisión, son los 132 Centros CDI que hay en el país, de los cuales tres están en la entidad potosina: uno en Cárdenas que atiende a la comunidad pame, otro en Tampacán enfocado a la población náhuatl, y otro en Tancanhuitz para la población tének.
Auguró que la riqueza de los pueblos indígenas contribuirá a que cualquier organismo que sea creado, trabaje de la mejor manera a favor de las propias comunidades, por lo que recomendó “escuchar a las comunidades, ser receptivos y caminar juntos para que el desarrollo sea mejor”.