Ladridos por acá, por allá… por todos lados. La ciclovía dominical se convirtió este domingo en un auténtico canódromo, en una competencia "bien perra", como se dijo en micrófonos durante el evento.
La "carrera perruna", organizada por el Ayuntamiento capitalino, reunió a decenas de mascotas de todas las razas que participaron en carreras de seis y tres kilómetros; sus propietarios, a cambio, donaron kilos de croquetas, cuya recaudación fue muy amplia y que a su vez, serán llevadas a estancias y casas de rescate de perritos en situación de calle o abandono.
Todos corrieron, algunos inclusive llevados en carriolas -quizá estaban impedidos para movilizarse por sí solos- y, otros, al final, llegaron en brazos de sus dueños, fatigados por el esfuerzo.
Pugs, french poodle, salchichas, dalmatas, pastor alemán, labrador, husky, entre muchos otras razas, con nombres diversos como “Tango”, “Luna”, “Max”, “Golfo”, “Lucho”, “Nana”, “Toto”, “Camila”, “Blacky”, “Choco”, “Boris”, “Frijol”, “Peque”, “Cuchi”, “Teo”, “Yandel”, “Lola” y otros.
La salida, en ambas competencias, se dio por conteo -por respeto a las mascotas, no se utilizó alguna detonación-; el alcalde Enrique Galindo Ceballos y su esposa, llevaron a varios de sus ocho "perrhijos", igual que uno que otro funcionario municipal.
La carrera de convivencia tuvo sus premios para todos, pero en especial los tres primeros lugares. En los 3 kilómetros el primer lugar fue para José Ortega Portales, quien corrió junto a su mascota de nombre “Güera”. El segundo lugar lo ocupó Israel Hernández Arcos, que cruzó la meta junto a su mascota “Luca” y el tercer lugar lo ocupó Alejandro Díaz de León, que corrió con “Coffee”.
En los 6 kilómetros el triunfo se lo adjudicó David Vázquez, que corrió con su mascota que lleva por nombre “Lulú”. Segundo lugar para Aidé Hernández, corriendo junto a “Negrita” y la tercera posición la ocupó Oswaldo Ibarra, quien corrió con “Nicole”.
Este evento tuvo como objetivo generar conciencia sobre el cuidado y respeto sobre los animales, aunado a que más allá de una competición, se buscó tener una sana convivencia, fomentando valores y generando alternativas para la ciudadanía junto a sus mascotas.