Juan Mario Solís Delgadillo, investigador de la Facultad de Derecho "Abogado Ponciano Arriaga Leija" de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, UASLP, afirma que el triunfo del virtual ganador de la presidencia de la república mexicana, Andrés Manuel López Obrador, fue un resultado previsible que tenía sus bases en los desaciertos del gobierno de la República Mexicana y de diversos actores políticos del país.
“Porque la administración federal venía acumulando muchos desaciertos, que se traducían en desafección de parte de los ciudadanos, entre los que le votaron hace seis años, entre los que se mantuvieron como oposición del gobierno de Enrique Peña Nieto, los que consideraron negativo las reformas estructurales, quienes consideraron un atraco la liberación del precio de gasolina”.
Así también temas como el socavón, el fantasma de Oderbreth, la casa blanca, cuestiones de impunidad como Ayotzinapa, la espiral de violencia aun mayor de la que había en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, se fue acumulando un clima social de mucha animadversión hacia la administración federal que se traduce en un masivo voto de castigo “todo eso se tradujo en que fuera bien capitalizado por un candidato sempiterno en la oposición que había perdido su oportunidad en dos ocasiones”.
Asimismo, añadió que la victoria se la debe a que su discurso fue moderado, entendió que tenía que ser pragmático, le ayudaron las coyunturas y el tesón que tenía el candidato.
Consideró como positiva la participación electoral que se registró el domingo, aunque también recordó que no supera a la votación que se observó en 1994 donde un 77 por ciento del electorado salió a votar “la participación por arriba del sesenta por ciento, resulta interesante porque lo que recibe el presidente electo es que 30 millones de mexicanos lo apoyaron, los mexicanos manifestaron su apoyo a Morena, aunque el voto no fue en cascada, caló a muchos partidos políticos”.