En esta pandemia, los alrededores del Hospital Central "Dr Ignacio Morones Prieto" se han convertido en una gran zona de acampar por familiares de pacientes que antes pernoctaban en el albergue de la institución que ahora está cerrado
Por condiciones de pobreza, los familiares de pacientes no tienen donde hospedarse y buscan estar cerca de sus enfermos. El albergue fue cerrado por el riesgo de contagios
Ahora es común ver casas de campaña improvisadas, en los alrededores del nosocomio. Pedazos de cartón, cubetas, plásticos, todo les sirve para poder construir sus casas
El albergue del Hospital Central "Dr. Ignacio Morones Prieto" se cerró para evitar que se propague el virus que nos tiene en jaque a todos, el Covid-19.
Viven y pernoctan ahí, se alimentan de lo que pueden, a veces comprando en el comercio informal, un ardiente jarro de café o atole, tamales rojos o tacos.
Reciben la caridad de las organizaciones civiles y de apoyos gubernamentales; es llevan tortas, sándwiches, pan dulce y café, que son los alimentos más socorridos para ellos, pero también los ayudan a conseguir medicamento y equipamiento médico para quienes están recibiendo tratamiento y que no puede ser sufragados por el nosocomio.
El escenario de fin de año, fue que la gran mayoría recibió la Navidad y Año Nuevo en la desolada vía pública, y otros acompañándose, entre sí. No tuvieron regalos, sonrisas y mucho menos, pudieron tomar de la mano a quienes estaban en cama, y que requerían de un abrazo, una sonrisa, un aliento, una oración, un acompañamiento o sólo que les tocarán la mano.
Por las noches y mañanas, recrudece el escenario para estas personas, porque las bajas temperaturas, la falta de alimento y de servicios, es común que se observen, pero también se ven episodios donde la población potosina demuestra que es solidaria con el prójimo; a veces llega gente organizada a ofrecerles alimento y cobijo aún en medio de esta crisis sanitaria por coronavirus.
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