Se reforzaron las labores de vigilancia epidemiológica en las aves en la entidad luego de un caso de la enfermedad de Newcastle en el estado de Sonora, informó el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Luego de que hace unos días se confirmó un caso positivo de la enfermedad de Newcastle en el estado de Sonora, el organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), informó que se reforzó la vigilancia epidemiológica en aves en todo el país.
A pesar de ello, se sacrificaron a las aves que tuvieron contacto con el primer caso de infección como medida preventiva, y además personal del Senasica llevó a cabo los protocolos de limpieza y desinfección con el objetivo de que el virus no se disperse hacia otras zonas del estado y el país.
Previo al caso de Sonora, el Senasica ya había detectado cuatro focos de la enfermedad de Newcastle en Jalisco, Guanajuato y Chiapas con 200 aves afectadas, en estas entidades se tomaron medidas preventivas a través de una cuarentena definitiva total de los predios, fueron sacrificadas las aves y se aplicaron medidas contraepidémicas con el fin de disminuir el riesgo de diseminación de la enfermedad.
En el caso de San Luis Potosí, al estar libre de esta enfermedad se continúa con la aplicación de las medidas sanitarias mediante diagnósticos, vigilancia epidemiológica, control de la movilización, transporte, tránsito, comercialización y rastreabilidad de aves, sus productos y subproductos. Con estas medidas se garantiza la detección oportuna de la enfermedad y la prevención de su ingreso mediante la Operación de Puntos de Verificación Interna instalados en los principales puntos de entrada a la entidad, donde se verifica el estado de salud de los animales.
La dependencia destacó que estos sucesos de ninguna manera ponen en riesgo el abasto de pollo y huevo en el país, además de que la enfermedad de Newcastle no es transmisible al ser humano mediante el consumo de productos avícolas, por lo que su presencia en las granjas de traspatio no implica riesgo para la salud pública.
Los síntomas principales en las aves incluyen fiebre, depresión, falta de apetito, estornudos, descarga nasal sanguinolenta, conjuntivitis, diarrea verde o blanca, inflamación con coloración púrpura o amoratada de la cresta y barbilla, plumaje erizado, temblores, debilidad, incoordinación, amontonamiento, tortícolis y parálisis de alas y/o patas; existe disminución de la producción de huevo y presencia de huevo decolorado, blando, deforme y con albúmina acuosa. Es común la muerte súbita de toda la parvada con o sin signos clínicos.
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