Trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tuvieron que negociar por sí mismos, el respeto al decreto para acatar las medidas de prevención en la Jornada Nacional de Sana Distancia, ya que su sindicato no atendió sus peticiones.
Este viernes, trabajadores de diferentes oficinas de la CFE en la Capital potosina realizaron una protesta y acudieron a la oficina central de la superintendencia para exigir el respeto al decreto emitido por la Presidencia de la República para que se suspendan las actividades no esenciales y así disminuir los riesgos de contagio de coronavirus.
Previamente, los trabajadores solicitaron al secretario general del SUTERM, José de Jesús Rojas Ibarra que intercediera por los trabajadores que presentan factores de riesgo y no laboran en áreas indispensables para la prestación del servicio de suministro de energía eléctrica, como los auxiliares administrativos y de atención al cliente, ya que de acuerdo al decreto, sólo deben permanecer en funciones aquellos que se dedican a la conservación, mantenimiento y reparación de infraestructura de la paraestatal.
Sin embargo no fueron atendidos por su líder sindical, quien incluso se negó a recibirles la solicitud que entregaron por escrito, por lo que presentaron una queja en su contra ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y solicitaron el apoyo del organismo autónomo.
Además, este viernes acudieron a la oficina central de la CFE en la Capital potosina para negociar directamente con ella; los trabajadores denuncian que en la paraestatal no se han aplicado las medidas preventivas, ni siquiera la sana distancia, lo cual los expone a un contagio, "atendemos a todo tipo de clientes internacionales, representantes y directores de China, India, Corea, Japón, todos los días atendemos ese tipo de clientes".
En una estimación de los trabajadores, son alrededor de 57 personas distribuidas en cuatro oficinas de la CFE, de los cuales alrededor del 70% debiera estar en su casa debido a que presenta alguna enfermedad crónica, es de la tercera edad o tienen hijos pequeños, sin embargo "no se ha ido ninguna persona a su casa, todos están trabajando".
En la reunión de este viernes acordaron con la empresa, que enviará un módulo a cada oficina para hacer una valoración médica y determinar qué trabajadores serán enviados a sus casas.