Todas las Parroquias de la Arquidiócesis Potosina celebrarán Eucaristías por las Madres de Familia, por lo que se invita a las Mamás a las Misas que se celebrarán en honor a Ellas, sobre todo para agradecerles todo el bien que nos han hecho al darnos a luz y al permitirnos nacer, pues el regalo de la vida no tiene precio.
En todos y cada uno de los templos, santuarios, en las capillas, parroquias, rectorías, cuasiparroquias, y en la Basílica de Guadalupe, se pedirá por las Mamás potosinas, vivas y difuntas en las Misas que se celebren durante todo el día 10 de Mayo.
Así lo señaló el Pbro. LCC Juan Jesús Priego Rivera, Portavoz de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, quien hace la cordial invitación a Mamás e hijos a asistir a una de las Misas para pedir a Dios las bendiga y las proteja de todo mal.
Indicó: “Se dice que de 10 hogares, tres los sostiene la mujer, y sabemos bien que en muchos hogares, la madre, además de proporcionarles alimento y vestido, cuida de sus hijos y vela por su educación; es quien trabaja arduamente para poder mantenerlos, los tiene que sacar adelante en sus estudios o carrera. Son verdaderas Mártires muchas veces, y por eso la Arquidiócesis Potosina las felicita sinceramente”.
“En la Iglesia siempre habrá un lugar muy especial y respetuoso para ellas, porque merecen todo nuestro amor, cariño, ternura, respeto, apoyo moral, espiritual e incluso nuestro apoyo económico, pues debemos apoyarlas también en las necesidades materiales del hogar o la casa; eso no se nos debe olvidar, pues ellas ya nos dieron todo, una educación y formación integral, basada en valores humanos y cristianos, ahora les debemos corresponder como hijos responsables, es un deber ser agradecidos con ellas”.
“Es preciso reconocerles la gran labor tan encomiable que hacen las mamás cada día, convirtiéndose en auténticas mártires a quienes muchas veces no se les valora como lo recomienda la Iglesia Católica”.
“La mujer es más sensible al sufrimiento, al dolor, y realmente faltan en nuestra sociedad, los valores que la mujer puede aportar, que son amor, ternura, cariño, incondicionalidad sin límites y bondad”.
“El amor de la madre es un amor siempre incondicional, porque la mamá nunca le dice a su hijo: “si haces esto o aquello yo te voy a querer más”, la madre quiere a su hijo, sea bueno o malo. Ella es una imagen de Dios, nos ama con un amor puro, transparente, con un amor incondicional e inamovible. Así bien seamos adultos, para nuestra mamá siempre seremos sus niños”.
“Creo que la mejor forma de honrarla es tener unos hijos al estilo de ella, como ella ha querido formarlos; hay mamás que han sufrido muchísimo, sobre todo por la violencia del varón, pues muchas veces se les utiliza a las mujeres sexualmente, con fines machistas; por eso la Iglesia se opone a relaciones prematrimoniales”.
“Sin duda la mejor forma de honrarlas es tener unos hijos y un marido que verdaderamente la aprecien, la valoren, la amen”.
“Ése es el verdadero sentido de vida de una mujer, que su marido le reconozca lo que hace como mujer, madre y esposa, que su marido le diga que la quiere, y que la respete como lo prometió ante el Altar en el rito matrimonial, pues le dijo: “Prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida”, y pongo énfasis en el cuarto Mandamiento de la Ley de Dios: “Honrarás a tu padre y a tu madre”, es decir, para los hijos, los padres deben ser sagrados”.
“Independientemente de cualquier defecto personal que puedan tener, pues son personas con virtudes y defectos, errores y cualidades, pero para los hijos ante todo deben ser sagrados, son como el Sacramento de Dios en la tierra”.