Por ganarse unos cuantos pesos más, y literalmente con la anuencia de los inspectores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el sistema de transporte en su modalidad de taxi ha recurrido a aplicar tarifas más altas en horarios y servicios no autorizadas, aprovechando el desconocimiento de los usuarios en el manejo de los taxímetros. Cuando se les reclama, se tornan agresivos y, algunos, aceptan “hacer un descuento” o devolver la diferencia.
Las tarifas de taxis en San Luis Potosí se rigen en cuatro modalidades: La Tarifa Uno mantiene un “banderazo” de 11.55 pesos en tarifa diurna, que aplica desde las 06:00 y hasta las 20:59 horas.
Le sigue la Tarifa Dos, que aplica de las 21:00 y hasta las 05:59 horas, con un costo de 15 pesos el “banderazo”; la Tarifa Tres aplica para el servicio diurno telefónico, es decir, cuando el servicio es solicitado vía base de taxis. Para el servicio nocturno telefónico, de 21:00 a 05:59 horas, es de 18:50 pesos.
Los usuarios pueden ver, en el taxímetro, cuál es la tarifa que el operador está cobrando, ya que la numeración del aparato inicia con el número de la tarifa que corresponde al horario o servicio.
Dentro de la unidad, debe ir pegado sobre el cristal de la ventanilla izquierda, un cartel con estos datos, y en los que también aparece el costo por kilómetro, que es de 05. 20 pesos; y de 1.30 el “incremento cada 30 segundos”, y que se puede consultar durante el viaje; si no está, también es motivo de sanción.
El número insuficiente de inspectores, y casi todos ellos burócratas que atienden un horario establecido, ha permitido que los taxistas apliquen “banderazos” no autorizados en horarios y servicios, aprovechando que el común de los usuarios ignora que con un solo “clic” al taxímetro se puede cambiar la tarifa.
Los que ignoran el procedimiento suponen que los aparatos están alterados, pero en realidad no es así; solamente es una maniobra de los taxistas para ganarse unos pesos de más, alegando la baja demanda en el servicio.
Sin embargo, cuando son sorprendidos y se les reclama, la mayoría suelen recurrir a su agresividad para intentar intimidar al usuario y, solamente en algunas ocasiones, aceptan el error o alegan un “descuido” y devuelven la diferencia o hacen un descuento.
La recomendación es que al abordar la unidad se cheque el número inicial del taxímetro (que corresponde al “costo del banderazo” y hacer la aclaración pertinente al operador, o al momento del reclamo activar la videograbación del teléfono que se tenga consigo, para contar con una evidencia, y reportar el caso a Comunicaciones y Transportes.
La dependencia mantiene los siguientes teléfonos para quejas: (444) 812-06-77, (444) 814-79-08, y (444) 814-98-24.