Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, OMS, estamos gastando por el orden de 300 litros diariamente de manera individual, eso significa que excedemos el máximo que establece este organismo y el propio Derecho Humano al Agua, que es sobre los cien litros de agua por día. Aunque para Graciela, habitante de la colonia 21 de Marzo del municipio de Soledad, desde las últimas dos décadas no cae ni una gota al aljibe…
Esta mujer de 44 años de edad menciona que constantemente pide pipas para abastecerse, mismas que le llegan a cobrar de entre 500 a 700 pesos. Ella se pregunta, por qué se asevera que hay abasto de líquido y que además existe un gasto innecesario, ya que por lo menos, en su propia colonia ni siquiera hay.
Violeta Mendezcarlo Silva, investigadora de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija”, manifestó que como población estamos llegando a un excesivo consumo de agua que principalmente ocurre debido a la poca cultura de cuidado del agua entre los potosinos.
"El abuso es considerable y se debe a una serie de prácticas culturales que nada abonan al ahorro del vital líquido; además, no la apreciamos al no darle precio justo, las tarifas son bastante bajas y en muchas ocasiones no reflejan las dificultades de los organismos operadores para obtenerla".
Ejemplificó que hay otros estados de la República Mexicana donde las tarifas del vital líquido son injustas porque las personas están pagando agua sin tener el servicio. Por lo tanto, consideró importante hacer una revisión en ese sentido y darle su justo valor.
Desde diferentes perspectivas es importante imponer sanciones, es decir, desde el punto de vista de los usuarios que incurren en el desperdicio de agua, en una inadecuada gestión de la misma; pero también los fraccionadores que de alguna manera no cumplen con los requisitos impuestos por los ayuntamientos para municipalizar sus fraccionamientos, y entonces las personas se quedan en una insuficiencia de abastecimiento de manera permanente.
Al igual recomienda que las empresas potosinas deben ser vigiladas, inspeccionadas, y sancionadas, en caso de que excedan la utilización del vital líquido, si eso es necesario, pero también las autoridades al final tienen una serie de compromisos en cuanto al cumplimiento, lo cual podría llevarlos a una responsabilidad de servidores públicos.
“Me parece que todos los sujetos debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad y comenzar a trabajar. Tenemos que volver a un Estado más eficiente en cuanto a la gestión del agua y eso implica que el marco normativo de verdad se aplique”.