En lo que va del año, alrededor de tres iglesias han sido víctimas de la delincuencia, lo que obliga a los sacerdotes a reforzar las medidas de seguridad, indicó el arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe.

Luego de que el sábado fue frustrado un robo en la Basílica Menor Santuario de Guadalupe, el Arzobispo de San Luis Potosí señaló que este martes por la mañana fue notificado respecto a la detención del presunto responsable y la recuperación del recurso que había sustraído del templo.

Al respecto indicó que las iglesias están expuestas a la delincuencia al igual que otros recintos, y siempre que se difunden este tipo de noticias, los sacerdotes refuerzan las medidas de seguridad, tanto en los templos que son víctima de algún ilícito, como en los que no lo han sufrido.

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Señaló que "siempre alguien que está acostumbrado a hacer el mal, haya siempre nuevas oportunidades y habilidades, sin embargo todo eso también hace que nosotros nos vayamos protegiendo más en detalles diversos de alarmas, de reforzar y los cuidados que se deben tener".

Mencionó que en lo que va del año, son alrededor de tres iglesias las que han sufrido algún tipo de delito, no todas ellas ubicadas en la Capital potosina; entre ellas está la Basílica Menor, la Catedral Metropolitana donde un hombre dañó una imagen religiosa, y la parroquia de Santiago, donde un hombre dañó las puertas en su intento de ingresar, pero no lo logró.

También refirió que el robo en general, no debe minimizarse, incluso cuando se trata de situaciones en las que algo se vende más caro de lo que es, pero en el caso de los robos a las iglesias, se ofende a Dios y se daña a la comunidad, porque "con su amor y su fe" consiguen las imágenes religiosas que son hurtadas o dañadas, "no es ir contra una persona, es ir contra la sociedad".

Finalmente, Cavazos Arizpe pidió a las autoridades "que pongan esfuerzo, que pongan empeño, que estén atentos, e invito a la conversión de aquellos que se dedican al robo no sólo en recintos religiosos, sino también a robar, que definitivamente no puede ser el robo una forma de vivir porque estamos haciendo una injusticia para la persona, para la comunidad, y definitivamente hay más oportunidades de buscar un trabajo, de buscar una forma de vivir, de allegarse un dinero".